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El cigarrillo electrónico no exime de afectación pulmonar. Así lo sugiere un estudio liderado por investigadores de la Universidad de Atenas (Grecia), una afirmación que tumba la idea “saludable” sobre este producto. Diez minutos fumando el cigarrillo electrónico causa un significativo incremento de la resistencia de la vía aérea y de la pendiente de fase III, así como decrecimiento de la vía aérea de conducción.
Según explicó Christina Gratziou, una de los autores del estudio y presidenta de la Comisión de Control del Tabaco de la ERS, se estudió a 32 pacientes consecutivos, 16 de ellos hombres. De ellos, 8 nunca habían fumado y 24 eran fumadores (11 con espirometría normal y 13 con EPOC y asma). Inmediatamente después de fumar durante diez minutos se registraron los parámetros de empeoramiento de la vía aérea. En los no fumadores hubo un aumento estadísticamente significativo en la resistencia de las vías de 182 a 206 por ciento de media. En los fumadores con espirometría normal el incremento fue de una media de 176 a 220 por ciento; y en los pacientes con EPOC o asma parecía no tener efecto inmediato en la resistencia de las vías.
A partir de estos resultados, nuevos estudios tendrán que confirmar si el e-cigarrillo tiene mayores consecuencias a largo plazo.
Expediente fumador
Por otro lado, un estudio del Hospital Universitario Gentofte de Dinamarca, revela que existen tres predictores potentes de mortalidad en pacientes por EPOC: los paquetes de tabaco fumados por año, la edad y el área y grado de enfisema pulmonar. En él participaron 208 pacientes, de los que murieron 104 durante el desarrollo del estudio. Para calcular el riesgo emplearon un modelo estadístico de supervivencia, llamado Cox, que sirve para analizar la capacidad predictora de cada factor.
