juan pablo ramírez Madrid | viernes, 25 de abril de 2014 h |

El avance que ha experimentado en los dos últimos años la inversión en tecnología sanitaria ha resultado hasta el momento insuficiente para la renovación de los equipos de los hospitales españoles. Diferentes expertos llamaron la atención sobre el retraso tecnológico que padece el sistema sanitario español durante la celebración de las jornadas ‘La aportación de la tecnología sanitaria’, que organizaron la Real Academia Nacional de Medicina y la Fundación Tecnología y Salud.

El académico y catedrático de Medicina Nuclear de la Universidad Complutense de Madrid, José Luis Carreras Delgado, advirtió durante su ponencia de que “el nivel de obsolescencia está aumentando de modo rápido y preocupante”. La solución pasaría por un pacto de Estado y de las comunidades autónomas para la fijación de “inversiones plurianuales y estables en los Presupuestos para renovar la tecnología”, añadió Carreras. Existen dos obstáculos para la implantación de esta medida, la escasez de fondos de los servicios regionales de las comunidades autónomas y “la duración de los cargos electos políticos”.

La Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin) ya avisaba en un informe de noviembre del año pasado que cerca de una tercera parte de los equipos instalados en los hospitales españoles contaban con más de 10 años de antigüedad. Este envejecimiento se percibe con mayor claridad en los sistemas de monitorización y en los aparatos de resonancia magnética. El catedrático insistió en que esta situación provoca mayores gastos a largo plazo por los costes asociados al mantenimiento y por la menor eficacia en el diagnóstico en comparación con las últimas innovaciones.

La crisis económica ha agravado este problema, aunque los dos últimos ejercicios muestran un cambio de tendencia. En 2013, el desembolso dedicado a tecnología sanitaria en España ascendió a 8.000 millones de euros, lo que supone un ritmo similar al de sus vecinos europeos. El año pasado, Europa destinó a esta partida 84.300 millones de euros, un 3,1 por ciento más que el ejercicio anterior. A pesar de la crisis económica, la media europea nunca ha decrecido. Desde 2006, se venía apuntando una ralentización de la inversión, que se acentuó en 2009, cuando el mercado apenas creció un 0,4 por ciento. El comportamiento del sector tecnológico-sanitario español fue radicalmente opuesto. Cuando en 2010, Europa comenzaba a recuperar el ritmo de crecimiento, la inversión se hundía un 10 por ciento en España.

La antigüedad de los equipos requiere no sólo de una mayor inversión, sino de incrementar la eficiencia. “Países como Estados Unidos y Rusia obtienen unos resultados en salud que no se corresponden con el esfuerzo” de gasto, expuso como ejemplo el director del seminario de Investigación de Economía y Salud de la UCLM y presidente del Instituto Max Weber, Álvaro Hidalgo.

Este problema de obsolescencia de la tecnología sanitaria en España se produce en un contexto de recortes en los presupuestos de salud. Por primera vez en nuestro país se ha reducido el gasto sanitario per capita en las comunidades autónomas a causa de la crisis económica. Esta situación ha puesto de manifiesto una “limitación de recursos”, inferiores a las necesidades de la sociedad, explicó Hidalgo.

Necesidad de evaluación

La desinversión y la incorporación de innovaciones tecnológicas se ha convertido en uno de los principales retos del sistema sanitario. La limitación de recursos impide en la actualidad la financiación de todas las innovaciones, por lo que resulta necesaria una evaluación del coste y de la efectividad.

“Nos enfrentamos a una situación difícil, con más costes y menos capacidad de financiación, por tanto, tenemos que ser más exigentes con la innovación tecnológica”, señaló Antonio Sarriá Santamera, director de la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias del Instituto de Salud Carlos III.

Ante esta tesitura, Hidalgo recomendó el establecimiento de unas reglas “estables, transparentes y conocidas por todos los agentes”, condiciones, que a su juicio no se dan en la actualidad en España. Precisamente, la incorporación de nuevas tecnologías juega un papel importante. “La innovación permite aumentar la productividad de los recursos generando eficiencia, siempre que las nuevas tecnologías tengan una correcta relación entre el coste y el resultado que aportan”, reiteró Hidalgo, quien subrayó la necesidad de fijar un umbral de gasto similar al de NICE británico quien estima entre 20.000 y 30.000 libras por años de vida ganados ajustados por calidad (AVAC).

y de resonancia magnética cuentan con más de 10 años de antigüedad en los hospitales de nuestro país, lo que indicaría que estos equipos se encuentran en l actualidad obsoletos, según el informe ‘Perfil hospitalario tecnológico en España’, elaborado por Fenin y publicado en noviembre.

de los hospitales españoles cuentan con más de 10 años de antigüedad. Alrededor del 37 por ciento se encuentra en riesgo de caer en la obsoloscencia, ya que tienen una edad de entre cinco y 10 años. Por su parte, alrededor de un 40 por ciento del total no supera el lustro.

se encuentran obsoletas en la actualidad en España. Otro 39 por ciento de este tipo de aparatos se encuentra con una edad avanzada, ya que suman entre los cinco y los diez años desde su adquisición. El 42 por ciento cuenta con menos de un lustro.