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La Asamblea aprueba la Ley de Libre Elección pese al rechazo de los profesionales
Femyts alerta de una pérdida de 1.000 médicos si éstos se jubilan a los 65 años
M. RASPAL
Madrid
La libre elección de médico, que implica el establecimiento de un área única sanitaria, es ya una realidad en la Comunidad de Madrid, tras el visto bueno que la ley recibió la semana en el Pleno de la Asamblea de Madrid gracias a los votos del Partido Popular (PP), único grupo político que ha defendido una norma que, para la oposición (PSOE e IU), sólo traerá consigo un “caos” organizativo.
También las organizaciones profesionales recomendaron un cambio de planteamiento pues, tal y como advierte Ana Giménez, representante de Atención Primaria del sindicato de médicos de Madrid Femyts, cualquier incremento de la oferta de servicios supondrá al mismo tiempo un aumento de la demanda y una sobrecarga aún mayor de todos los servicios, especialmente del primer nivel asistencial.
Para las centrales sindicales CSIT-Unión Profesional, CC.OO. y UGT la comunidad está inclumpliendo además con la Ley General de Sanidad —que establece las áreas de salud— por lo que los dos últimos han pedido al Defensor del Pueblo que impugne la norma para restablecer la “seguridad jurídica”.
La luz verde a esta medida se produce además en un contexto de “crisis sanitaria” que ha traído consigo un descenso enorme de los ingresos de las arcas de la comunidad que, según Giménez, quiere paliar con una “importantísima” reducción de la plantilla de profesionales, entre otros recortes.
Con este objetivo, los representantes de la Administración presentaron en la mesa sectorial una propuesta de jubilación “forzosa” de médicos a los 65 años, siguiendo las experiencias “fallidas” de Cataluña y Andalucía —que tiempo después flexibilizaron esta opción— lo que supondría, según los datos que maneja el sindicato, la pérdida de unos 1.000 médicos, es decir, alrededor del 15 por ciento de la plantilla.
“Al mismo tiempo que aprueban una norma que aumentará la demanda, quiere introducir otra que reduce los efectivos, sin estudiar adecuadamente sus repercusiones”, analiza la representante de Femyts, apuntando que los objetivos de estas políticas son, en su opinión, muy distintos a los sanitarios. Ante el rechazo médico, el departamento de Juan José Güemes ha “dulcificado” la medida optando por una jubilación “selectiva”, según la cual la Administración valorará la actividad e historial de cada facultativo, aunque esta rectificación “parcial” tampoco ha satisfecho al sindicato.
Giménez tiene claro que la Consejería de Hacienda ha puesto sobre la mesa la necesidad de un recorte de gastos y los titulares de Sanidad no han sabido defender adecuadamente sus necesidades, probablemente porque no conocen la situación. “Es el problema de tener a políticos gestionando temas que debería estar en manos de profesionales”, concluye.
Además, Femyts cree que la viceconsejería pretende sustraer a la organización representativa de los médicos el reconocimiento a sus reivindicaciones, ante la negativa de este órgano a retrasar la mesa sectorial de la pasada semana para que los miembros de Femyts pudieran asistitr a la celebración del 30º aniversario del sindicato nacional CESM, al que están adscritos.
