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Sanidad insiste en que se empieza a “recoger los frutos” de las medidas puestas en marcha en materia farmacéutica en los últimos meses, según el balance realizado por la ministra, Ana Mato, durante su encuentro informal con los consejeros de ocho comunidades autónomas del pasado miércoles. Prueba de ello, según sus impresiones, es el récord del mes de julio, que mediría el impacto de la revisión del copago de medicamentos.
En términos absolutos el gasto farmacéutico se redujo en casi un 24 por ciento con respecto al mismo mes de 2011. Una cifra nada desdeñable, pero que queda reducida a menos de la mitad si se tiene en cuenta el acopio de recetas y medicamentos registrado en el mes de junio por los ciudadanos para esquivar el aumento de sus aportaciones.
Un análisis que publica esta semana el periódico EL GLOBAL refleja, en este sentido, que una vez absorbido, el efecto deslizamiento matiza considerablemente el descenso del -14,14 por ciento en el número de recetas de julio: la media de ambos meses arroja un resultado final del -1,77 por ciento, inferior, eso sí, a los registros de cinco primeros meses del año, cuya media fue del 0,67 por ciento.
Es precisamente esta diferencia del 2,45 por ciento en el comportamiento del número de recetas entre los cinco primeros meses de año y el bimestre junio julio la que puede justificarse por el copago. El resto del efecto, que ha elevado la reducción del gasto hasta el 10,19 por ciento se debe a la reducción adicional en el gasto medio por receta que la revisión de los precios menores produjo durante julio. En este sentido, y dado que en los primeros cinco meses del año la reducción del gasto ha sido del 6 por ciento, el efecto del copago en términos de gasto podría ser de aproximadamente un tres por ciento durante el primer mes de aplicación.
Comunidades autónomas
La misma operación se produce en los datos de las comunidades (ver tabla), lo que indica que es pronto para saber si, como afirma el Ministerio, se reduce el volumen de medicamentos que se dispensan y no se utilizan. El mayor descenso registrado en julio, el -35,02 por ciento de Murcia, baja al 11,92 negativo por ciento en el cómputo bimestral. Otras bajadas se reducen considerablemente cuando se suma el mes anterior: Madrid pasa del 30,47 al 7,62; Extremadura del 23,69 al 9,70…
Solo en dos casos la reducción del gasto seguiría siendo superior a la media: Castilla y León pasaría de un descenso del 32,96 por ciento a un 16,06 entre junio y julio. Canarias, de un 28,41 a un 17,24.
Según las cifras publicadas por el Ministerio de Sanidad, la única comunidad que no ha seguido la tónica general es País Vasco, que tal y como se encargan de recalcar en la nota de prensa, “no está aplicando las medidas de eficiencia”. Una crítica que ha sentado especialmente mal en el Departamento de Salud vasco, que destaca que al margen de su oposición al nuevo copago farmacéutico, “llevan a cabo desde hace meses medidas como la promoción de la dispensación de genéricos, la prescripción por principio activo, la revisión de historiales farmacoterapéuticos y el seguimiento de los pacientes polimedicados”.
Tomando como referencia los datos del ministerio, País Vasco fue la única región en la que subió el gasto en el mes de julio y no se redujo el número de recetas. Sin embargo, si se tiene en cuenta el cómputo junio-julio, la comunidad continúa en las media de meses anteriores.
Y lo que es más: mientras el número de recetas se disparó en junio en todo el Sistema Nacional de Salud, el País Vasco fue la única que la redujo en un 2,76 por ciento. Una variable que puede explicarse porque la decisión del gobierno vasco de no aplicar la revisión del copago frenó el efecto de la acumulación de recetas antes de julio que tuvo lugar en el resto de comunidades.
Mentiras conscientes
Para el consejero de Sanidad del País Vasco, Rafael Bengoa, la explicación es mucho más sencilla. El titular ha acusado a la ministra de Sanidad de mentir “de forma consciente utilizando datos falsos para ensalzar las virtudes de su reforma” y “empañar” así la imagen de su gobierno penalizando su resistencia a aplicar la norma estatal.
El Departamento vasco insiste en que los datos que maneja el ministerio no se corresponden con la realidad y asegura que, sin incrementar la participación de sus ciudadanos en el pago por recetas “han logrado resultados positivos en julio equiparables a la media estatal”.
Sin perder de vista otra idea y es que, aseguran, que, en todo caso, un “menor uso de medicamentos esenciales puede significar menor cumplimiento terapéutico”. Por ello, Bengoa recordará a Mato lo que pidió en el último Consejo Interterritorial, una evaluación técnica, “y no solo política” sobre el impacto sanitario y económico del copago entre las personas con mayor consumo de fármacos.
Por otra parte, la batalla de cifras no ha hecho más que avivar las acciones del gobierno vasco para poner freno al nuevo copago del ejecutivo. El Tribunal Constitucional anuló el decreto aprobado por el gobierno regional para eludir esta reforma, pero el ejecutivo vasco trabaja ya en un nuevo decreto para que, en caso de que se mantenga la suspensión, pueda evitar que el copago repercuta sobre los ciudadanos con menos recursos, un proyecto muy avanzado tratado en el último Consejo de Gobierno. Asimismo, el ejecutivo regional espera formalizar en breve la impugnación contra la suspensión del Constitucional.
La Consejería de Sanidad ha exigido al Ministerio de Sanidad que se retracte públicamente de las acusaciones vertidas ya que, según sus datos el País Vasco no es la única comunidad que ha incrementado su gasto farmacéutico en julio de 2012, ni la única que ha aplicado medidas de eficiencia en el gasto farmacéutico.
Julio registró una rebaja del 24% del gasto farmacéutico respecto a este mismo mes en 2011
En los cinco primeros meses del año la reducción media del gasto ha rondado el 6%