Almudena Fernández Madrid | viernes, 03 de junio de 2016 h |

Los tratamientos para la hepatitis C están viviendo una evolución rápida pero todavía queda margen de mejora en los pacientes cirróticos genotipos 2 y 3, tal y como explicó a GM Álvaro Giménez, uno de los coordinadores del Grupo de Trabajo de Hepatopatías Víricas (Ghevi) de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), en el marco de la jornada de expertos del Ghevi y del Grupo de trabajo de Atención Farmacéutica al Paciente VIH.

En lo que respecta a las pautas disponibles actualmente tanto en la guía europea como en la americana —actualizada en 2016— para el tratamiento de la hepatitis C, Giménez comentó que en esta última aparecen ya algunas novedades como grazoprevir/elbasvir, que aún no están autorizados en la Unión Europea (UE) y se recomienda para los genotipos 1 y 4, y sofosbuvir/velpatasvir, que todavía no está disponible ni en EE.UU. ni en Europa y que se autorizarían para todos los genotipos. Otras novedades de la guía americana son que no recomienda interferón en genotipo 1 ni 4, no aparece simeprevir ni daclatasvir en genotipo 4 y recogen las mutaciones de resistencia.

En concreto, se recoge entre estas mutaciones de resistencia que las proteínas NS5A y al NS5B persisten tras dos años del fracaso del tratamiento, por eso las guías aconsejan tenerlas en cuenta para los retratamientos pero los datos de los que se dispone son aún insuficientes.

En lo que respecta a los test de mutaciones, existe controversia en su realización a todos los pacientes naïve, pero es útil conocer si están presentes en el fracaso y se recomienda comprobar la presencia del polimorfismo Q80K en genotipo 1a antes de indicar simeprevir porque afecta negativamente a la respuesta virológica, la presencia de la proteína NS5A según la combinación y, sobre todo, usar los test antes de comenzar los retratamientos.

Respecto a los fármacos que se van a autorizar en 2016, comoes el caso de grazoprevir/elbasvir, eficaz en genotipo 1, 4 y 6, “lo curioso” para Giménez es que la guía americana, que lo incorpora en genotipos 1 y 4 tanto en pacientes naïve como retratados, recomienda también en los primeros hacer test de mutaciones de resistencia en el NS5A porque, en caso de tenerlas, el tratamiento en lugar de ser de 12 semanas se alargaría a 16 y se añadiría ribavirina. En cuanto a sofosbuvir/velpatasvir, que tiene estudios en los genotipos 1, 2, 3, 4 y 6, también cuentan con ensayos en cirróticos descompensados, en cuyo caso estas investigaciones dieron mejor resultado cuando se añadía ribavirina, aunque solo fuera 12 semanas. Respecto a los efectos adversos y abandonos del tratamiento, tanto con una pauta como con otra estaba alrededor del uno por ciento.

En cuanto al futuro, Giménez apuntó a que se podrá mejorar el abordaje en poblaciones difíciles y que las pautas de tratamiento serán más cortas.

Por otro lado, en relación con la hepatitis B, María Serrano, también coordinadora del Ghevi, detalló que con los tratamientos de que se dispone actualmente se consigue estabilizar la enfermedad pero no se erradica el virus, lo que conlleva que, aunque la evolución de la enfermedad se suele relentizar mucho, tampoco se elimina una de las complicaciones más importantes que es el desarrollo de carcinoma hepatocelular.

En relación con el futuro de la patología, que debería pasar por la curación de la hepatitis B, para Serrano hay dos posibilidades. Por un lado, con los fármacos ya conocidos buscar nuevas formas de combinarlos o de utilizarlos para conseguir una mayor eficacia y, por otro, se están investigand moléculas que van a nuevas dianas terapéuticas, nuevos mecanismos de acción.

En cuanto a las combinaciones en estudio destaca el interferón pegilado con los análogos de nucleósidos o nucleótidos, que son los dos grupos de fármacos que se utilizan actualmente. De hecho, la combinación de entecavir y tenofovir con peginterferon ha mostrado que podría tener un efecto positivo pudiendo conseguir una respuesta más sostenida, aunque falta saber de que forma es mejor combinar estos dos tipos de fármacos, definir bien cuanto tiempo tendría que durar el tratamiento y ver qué grupos de pacientes se podrían beneficiar más de esta estrategia.

Hay varias dianas terapéuticas para las que se están desarrollando moléculas, muchas de ellas están todavía en fases preclínicas o de investigación clínica muy tempranas, en cambio hay otras que están ya un poco más avanzadas, incluso en fase 3. Entre las más avanzadas destaca algún análogo de nucleósidos como un profármaco del tenofovir.

Finalmente, concluyó que los tratamientos van a ir orientados a combinar fármacos con distintos mecanismos de acción, además, unos que tengan un efecto antiviral directo con otros medicamentos que potencien la respuesta inmune del paciente frente al virus. “Parece que es la combinación de esas dos estrategias lo que va a poder mejorar los resultados e incluso acercarnos más a la curación de la infección por el virus”, subrayó.

VIH

Sergio Fernández-Espínola, coordinador del Grupo VIH de la SEFH, hizo un resumen de los estudios y comunicaciones más importantes presentados en Boston en el Congreso Infecciones Oportunistas Retrovirus (CROI).

Varios estudios hablaron de la profilaxis pre-exposición (tratamientos terapéuticos para pacientes con alto nivel de riesgo de contagio, que tomarían el fármaco de forma preventiva), una terapia “muy controvertida” pues, por un lado, si se reduce el número de pacientes que se infectan se avanzaría en el control de la epidemia de esta enfermedad pero, por otra parte, se dispararía el gasto sanitario con estos tratamientos. Sin embargo, comentó que hay quien defiende que a largo plazo esta terapia puede ser coste-efectiva.

Se presentaron también nuevos fármacos que, aún estando en fases avanzadas, tardarán algunos años en llegar y que van a conformar nuevas familias de antirretrovirales como los inhibidores de acoplamiento que impiden el acoplamiento del virus sobre la célula sana y de inhibidores de la maduración.

En hepatitis B, deberá curarse la enfermedad combinando fármacos con mecanismos distintos de acción

En VIH se maneja
la posibilidad de tratar
a los pacientes con alto
riesgo de infección