Gaceta Médica Madrid | miércoles, 29 de octubre de 2014 h |

El 70 por ciento de los ingresos en neurología son casos de ictus y, según un estudio reciente, en los últimos 15 años el número de pacientes atendidos en hospitales del Sistema Nacional de Salud por enfermedades cerebrovasculares ha aumentado un 40 por ciento. Un aumento exponencial de las cifras que se explica, sobre todo, por la edad, “el principal factor de riesgo no modificable de ictus”, ha señalado Jaime Gállego, coordinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares (Geecv) de la Sociedad Española de Neurología (SEN). De hecho, Gállego ha expresado su preocupación por un previsible “aumento de la incidencia y prevalencia de esta enfermedad en los próximos años y especialmente en España, que tendrá, según la OMS, la población más envejecida de Europa en 2040”.

Por este motivo, es especialmente trascendente conocer cuáles son los factores de riesgo modificables (hipertensión, diabetes, enfermedades de corazón —particularmente la fibrilación auricular—, consumo excesivo de alcohol, colesterol, tabaco, obesidad, síndrome metabólico, y apnea de sueño) y disponer de una atención neurológica urgente, coordinada y multidisciplinar, ya que puede influir drásticamente. En palabras de Gállego “el ictus es una enfermedad que ocasiona una gran discapacidad en los supervivientes, siendo la primera causa de dependencia en el adulto y la segunda causa de demencia en el mundo, lo que la convierte en una de las afecciones que genera mayor carga social y económica”.

De ahí la iniciativa, con motivo del Día Mundial del Ictus, que se celebra este miércoles 29 de octubre, de volver a poner en marcha el Observatorio del Ictus. Así, con la participación de 45 hospitales del territorio nacional, el Geecv ha dispuesto, por tecer año consecutivo, la la mayor red nacional de puntos informativos y pruebas de prevención de ictus para pacientes. Bajo el lema “Únete a nosotros en la lucha contra el ictus”, el objetivo es dar a conocer la importancia de las labores preventivas, aprender a identificar las señales de aviso de un posible ictus y saber cómo actuar para evitarlo.

Aunque en España hay un total de 55 unidades de ictus, Gállego lamenta que, a pesar del alto grado de evidencia científica en el que sustentan las recomendaciones sobre estas unidades, no se corresponde con el establecimiento de las mismas por lo que indica que “la implantación de estas unidades aún es insuficiente y desigual en el territorio español aunque ya se ha implantado el Código Ictus en todas las Comunidades Autónomas”. Diversos estudios constatan que la mortalidad al final del seguimiento para aquellos pacientes ingresados en una Unidad de Ictus se reduce significativamente frente a otros cuidados, concretamente un 45 ppor ciento. Además, un reciente metaanálisis señala que la asistencia en unidades de ictus supone una medida coste-efectiva, puesto que reduce el periodo medio de estancia hospitalaria en seis días.