| viernes, 21 de junio de 2013 h |

Cuando una institución amenaza a los medios de comunicación con los tribunales, oculta algo. La falta de transparencia es evidente hoy en el Colegio de Médicos de Madrid (Icomem), que el pasado martes lanzó un mensaje claro: emprenderá acciones legales contra cualquier periodista o medio de comunicación que “atente” contra la Junta Directiva o cualquiera de sus miembros.

El colegio ha optado por la intimidación como medida preventiva contra la libertad de expresión y el derecho de la información. Sonia López Arribas toma esta decisión precisamente en el momento en que más dudas existen alrededor de su gestión al frente del colegio. Con esta advertencia la transparencia que prometía en su programa electoral ha quedado enterrada definitivamente.

En sólo un año de mandato, la presidenta no ha dejado de arrojar tierra sobre este principio de la transparencia como demuestra su negativa a responder a los requerimientos de información que ha realizado el ex presidente de la OMC y compromisario del Icomem, Guillermo Sierra. A mediados del pasado mayo, Sierra remitió una carta en la que requería datos tan básicos como las actas de las reuniones de la junta directiva o los contratos del ex director general y hoy asesor de la Junta Directiva, Antonio Mora, hombre de confianza de la presidenta.

No es la primera vez que los colegiados se sienten engañados por López Arribas. Un grupo de compromisarios la ha acusado de no informar en la pasada Asamblea de que Mora había denunciado al colegio. En lugar de hacerlo, alabó su trabajo.