| viernes, 04 de octubre de 2013 h |

El Sistema Nacional de Salud ya no es gratuito, ni solidario ni universal y además la falta de equidad que existe no sólo entre comunidades autónomas o provincias, sino también entre hospitales hace que ya haya ciudadanos de primera y de segunda. Así se resume la perceptión que tienen los pacientes y que muy bien expresó durante la I Jornada Multidisciplinar de Pacientes de la AGP, su presidente, Alejandro Toledo.

No es el momento de tomar medidas a la ligera. Las decisiones deben ser meditadas, bien comunicadas, dialogadas y con vistas al largo plazo. En este sentido, el copago hospitalario no acaba de convencer. El ministerio ha tenido que recular en esta medida, primero dejando que cada comunidad decida —más desigualdad para ‘el bote’— y segundo aplazando su implantación. Ni siquiera las autonomías populares parecen muy proclives a adoptarla viendo quizás que no cumple ni el efecto disuasorio ni el recaudatorio propio de este tipo de herramientas. Por si fuera poco el copago hospitalario podría contribuir a engrosar las listas de las cuestiones sanitarias que esperan para resolverse en los tribunales.

Mientras, del lado de los profesionales se advierten cada vez más dificultades para mantener la libertad de prescripción: largos y tediosos procesos para conseguir recetar los fármacos de mayor precio, objetivos de gasto no realistas o advertencias no escritas por parte de los gestores para favorecer un tratamiento en detrimento del de más cuantía. Situaciones que hacen no sólo que los médicos queden expuestos y más desprotegidos ante posibles demandas legales, sino que además, contribuyen a incrementar su desmotivación. Una desmotivación que no viene sólo por sus peores condiciones laborales o por la falta de dotación de los servicios, sino porque no se sienten escuchados, ni tenidos en cuenta a la hora de hacer lo que mejor saben: dar a cada paciente el tratamiento y la atención que necesita. Los gestores deben dar un voto de confianza a los clínicos, ellos sí saben cómo ser eficientes.