MESA/ Incertidumbre en la profesión médica tras la sentencia del TC que traslada a las CC.AA. las competencias para acreditar la formación sanitaria

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Aunque los consejos médico y enfermero aseguran no haber perdido la potestad, el Foro lo califica de “ataque” y teme que se haga “negocio”

CESM mantiene el próximo otoño como fecha límite para que Sanidad saque adelante la mesa específica de negociación o dirán “basta ya”

| 2011-03-25T17:51:00+01:00 h |

MÓNICA RASPAL

Madrid

La acreditación de la formación sanitaria se encuentra “en el aire” tras la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) que, a instancias del recurso interpuesto hace nueve años por Aragón, ha retirado al Ministerio de Sanidad estas competencias, trasladándolas a las comunidades autónomas y declarando inconstitucionales los incisos de la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS).

Esta sentencia “errónea” supone, según José Manuel Bajo Arenas, presidente de la Federación de Asociaciones Científico Médicas (Facme), una “vuelta atrás” y un problema para el Sistema Español de Acreditación de la Formación Médica Continuada (Seaformec), creado por mandato de Sanidad y constituido por las Organización Médica Colegial (OMC), Facme, la Conferencia de Decanos de Facultades de Medicina y el Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud (Cnecs).

Pese a que los consejos generales de médicos y enfermeros han señalado que no son ellos los que pierden esta potestad sino el Estado —por lo que podrán llegar a acuerdos con las CC.AA.—, tanto Bajo Arenas como Patricio Martínez, secretario general de CESM, expresaron su malestar e incertidumbre por esta “disgregación” de Seaformec que supondrá que los políticos que gobiernen en cada región sean los encargados de determinar la calidad de la formación de los profesionales.

“¿Cómo van a asumir las autonomías esta competencia?, ¿un curso acreditado para una comunidad no servirá para otra?”, fueron algunas de las preguntas planteadas por el presidente de Facme durante un encuentro del Foro de la Profesión o Mesa del Conocimiento Médico, donde también el presidente de la OMC, Juan José Rodríguez Sendín, rechazó que sean las administraciones regionales las que les controlen deontológicamente como pretenden con la acreditación de la formación pues, en su opinión, sería difícil preservar “la transparencia, la independencia y el secreto profesional” e incluso puede llegar a convertirse en un “negocio” .

En este sentido, Bajo Arenas aludió al “embrollo terminológico” que existe en torno a conceptos clave como el desarrollo profesional continuo (DPC) —un aprendizaje a lo largo de toda la vida—, el reconocimiento de la competencia profesional y la acreditación —que deben hacer las sociedades científicas—, la validación periódica de la colegiación —en manos de los colegios— y la carrera profesional —que sólo afecta al sector público, pues es un reconocimiento del empleador con fines retributivos y administrativos en cuanto a la adjudicación de puestos—. Además, la LOPS establece que los centros sanitarios evalúen cada tres años la continuidad del médico en la habilitación, algo que, a su juicio, habría que “reconsiderar”.

Para Patricio Martínez no se trata sino de otro “ataque” más a unos profesionales que están sufriendo una relación “dañada” con su empleador por la falta de legislación en la prestación de sus servicios. Así, recordó que Sanidad no ha cumplido su compromiso de convocar la mesa sectorial nacional a finales de 2010 por lo que continuarán “fortificados” en esta Mesa del Conocimiento, reclamando el convenio franja y el espacio de negociación propio estatal, aunque ni el Gobierno ni los sindicatos de clase CC.OO. y UGT parecen dispuestos a sacarlo adelante. Por ello, mantienen el próximo otoño como el momento límite para haber recibido respuesta a sus reivindicaciones o dirán “basta ya” de forma contundente.

Por su parte, Iñigo Noriega, presidente del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), incidió en que deben ser los propios médicos, en colaboración con todos los agentes, los que definan qué tipo de profesional hay que formar y el cambio educativo y de mentalidad que trae consigo la adaptación de los estudios de Medicina al proceso europeo de Bolonia es el momento ideal para ello. Tanto Noriega como Joaquín García Estañ, presidente de los decanos, y Alfonso Moreno, presidente del Cnecs, coincidieron en abogar por que el estudiante tome las riendas de su aprendizaje y porque el proceso educativo se convierta en algo continuo.

Además, García Estañ destacó el aumento “innecesario” del número facultades —actualmente 42 pero con posibilidad de llegar a 50— dado el déficit crónico de financiación de la universidad que no les permite realizar los grandes cambios que demanda la reforma. “El mensaje de prudencia ha fallado, queda ver cómo manejaremos exceso de médicos que no van a poder acceder a la formación especializada”, agregó.