trasplantes/ 14º Congreso Europeo de la Sociedad de Trasplante de Órgano Sólido

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Administrarlo 200 días, en vez de 100, reduce a más de la mitad la incidencia

Además, previene el citomegalovirus en un 84% de los receptores de alto riesgo

| 2009-09-06T18:10:00+02:00 h |

redacción

Madrid

Hasta el momento, el tratamiento de referencia que protege frente a la infección y enfermedad por citomegalovirus (CMV) —la más importante y grave que puede complicar el trasplante de órgano— ha sido y es la administración, durante 100 días, de valganciclovir oral (comercializado por Roche como Valcyte). Sin embargo, más del 30 por ciento de los pacientes pueden desarrollar esta enfermedad una vez terminado el tratamiento. Ahora, ese porcentaje podría mermar. Los resultados del estudio IMPACT, uno de los más destacados durante el 14º Congreso Europeo de la Sociedad de Trasplante de Órgano Sólido (ESOT’ 09), celebrado en París la pasada semana, han abierto la puerta a una mejor protección para los receptores de alto riesgo de trasplante renal (donantes seropositivos con CMV y receptores seronegativos con CMV).

Esta nueva forma de administrar el fármaco consiste en duplicar la duración de valganciclovir hasta los 200 días. El estudio ha demostrado que, de esta forma, se previene el desarrollo del CMV en un 84 por ciento de los casos de los receptores de alto riesgo de trasplante renal durante el primer año postrasplante.

Además, duplicando la dosis se reduce en un 56 por ciento la incidencia de contraer CMV, comparándolo con el estándar actual de tratamiento. “Muchos pacientes alcanzan niveles bajos de inmunosupresión tras la profilaxis de 100 días con valganciclovir, explicando por qué desarrollan enfermedad por CMV posteriormente”, argumentó Alan Jardine, profesor de Nefrología de la Universidad de Glasgow (Reino Unido).

El estudio IMPACT —doble ciego, multicéntrico y que ha incluido a 326 pacientes receptores de alto riesgo de aloinjerto renal— asignó dos grupos (al primero se le administró durante 100 días valganciclovir una vez al día postrasplante, más 100 días de placebo; y al segundo se le administró valganciclovir durante los 200 días). Los resultados finales han demostrado además que, con esta nueva forma de administración, la viremia se redujo del 51 por ciento con la profilaxis de 100 días al 37 por ciento con la de 200.

El tiempo, clave

Actualmente, se sabe que la CMV, que suele desarrollarse durante los primeros meses después del trasplante y ocasionar complicaciones en pulmón, riñón, sistema nervioso, hígado y tracto gastrointestinal, afecta a más del 75 por ciento de todos los receptores de trasplante. De no tratarse, la tasa de mortalidad podría rebasar el 90 por ciento. Por eso, “el tiempo es importante en el trasplante renal, ya que la intensidad de la inmunosupresión se reduce progresivamente a los seis meses del mismo”, indicó el nefrólogo de Glasgow. Y, continuó, “los datos del estudio IMPACT demuestran que la profilaxis de 200 días con valganciclovir, ajustada a la función renal, proporciona a los pacientes superior protección contra el CMV en el primer año después del trasplante”.

Un ensayo realizado por algunos científicos franceses, presentado durante el 14º Congreso Europeo de Trasplantes (ESOT’09), ha demostrado que los pacientes receptores de trasplante renal con una tolerancia operacional se caracterizan por un alto número de células B periféricas en la sangre y que éstas, en contraste con las células T, son estables, regulares y poseen un fenotipo inhibidor. De esta forma, los investigadores, tras observar un aumento de células B, encontraron moléculas coestimuladoras migratorias, reguladas en ellas y en poblaciones de células de memoria B. Este perfil se asoció con una disminución significativa en el índice de inhibición de las células B, y con un aumento de CD5 y expresión de la proteína CD1d. Por tanto, concluyeron que en los pacientes tolerantes estaba sobreexpresada la supervivencia de células B, así como de numerosos genes implicados en el ciclo celular, lo que podría explicar este aumento.