ASCO 2011
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Con ipilimumab más dacarbazina es del 21% a los 3 años vs. 12% con quimio
Vemurafenib reduce el riesgo de progresión de la enfermedad en un 74%
C.O.
E.E. a Chicago (EEUU)
Nuevas terapias prometedoras para el tratamiento del melanoma metastático han copado buena parte del congreso ASCO.
Por un lado, el estudio fase III aleatorizado y doble ciego 024 en pacientes con melanoma metastático de nuevo diagnóstico, que compara ipilimumab (Yervoy, de BMS) más dacarbazina, frente a quimioterapia más placebo, pone de manifiesto que uno de cada cinco de los tratados con la combinación sobrevive a los tres años, frente a uno de cada diez del grupo que tomó sólo quimioterapia. En concreto, las tasas de supervivencia estimada en ambas ramas —con 250 pacientes cada una— fueron del 47,3 frente a 36,3 por ciento al primer año; 28,5 frente a 17,9 por ciento al segundo año y 20,8 versus 12,2 por ciento al tercer año.
En lo referente a la mediana de duración de la respuesta, fue de 19,3 meses en el grupo tratado con ipilimumab más dacarbazina, en comparación con 8,1 del brazo que recibió quimioterapia.
Por otro lado, los resultados del ensayo fase III BRIM3, abierto, randomizado y multicéntrico, que comparó RG7204, PLX4032 (Vemurafenib, de Roche) en primera línea frente a quimioterapia dacarbazina, en 675 pacientes con melanoma metastático y mutación de la proteína BRAF V600, revelan que el riesgo de progresión de la enfermedad se reduce en un 74 por ciento en la rama de pacientes que reciben la terapia individualizada. Según explicó Salvador Martín Algarra, presidente del Grupo Español Multidisciplinar de Melanoma, la tasa de respuesta con vemurafenib asciende a un 48,4 por ciento —casi nueve veces más que con la quimioterapia—. A los seis meses de seguimiento, el 84 por ciento de los que tomaron vemurafenib seguían vivos frente al 64 por ciento en el grupo que recibió quimioterapia. Un análisis intermedio realizado en enero de este año mostró una diferencia de beneficios significativa que hizo recomendable que los pacientes del grupo control tuvieran también acceso al nuevo medicamento. Por este motivo no se ha realizado un seguimiento a largo plazo y no ha podido determinarse la supervivencia global media.
Ahora bien, en aquella fecha la supervivencia global ya era superior en el grupo de vemurafenib (9,2 meses) frente a la quimioterapia (7,8 meses). Y un seguimiento adicional de dos meses reveló que seguía aumentando con el nuevo fármaco (10,5 meses) y se había estancado en el otro grupo.
En paralelo al desarrollo del fármaco, se ha creado una prueba diagnóstica, la Plataforma Cobas 4800 que, como matizó Martín Algarra, permite seleccionar a los pacientes candidatos a beneficiarse del tratamiento “de un modo automatizado dentro de los criterios de estandarización, funcionamiento y control de calidad de hospitales”.
Ambos estudios se han publicado en el New England Journal of Medicine.