Dos nuevas opciones se acaban de incorporar al arsenal terapéutico actual para el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2 (DM2): la combinación del inhibidor del transportador de sodio-glucosa tipo 2 (SGLT2) dapaglifozina con metmorfina, comercializado como Xigduo por AstraZeneca, y un nuevo inyectable de exenatida semanal más fácil de usar, comercializado como Bydureon por la misma compañía. Además de mejorar el control de la glucemia en estos pacientes, ambos fármacos favorecen de forma adicional la pérdida de peso.
En el caso de la terapia dual de dapagliflozina y metformina, tal y como explica Esteban Jódar, jefe de Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Quirón de Madrid, “el principal aporte es la combinación en un sólo comprimido de dos componentes que comparten una probada eficacia impidiendo las elevaciones glucémicas con un efecto beneficioso sobre el peso y, lo que es más importante, con un muy bajo riesgo de hipoglucemias, que es la principal y más relevante complicación de la mayoría de los tratamientos para la diabetes”. Según Jódar, “la disponibilidad en un único comprimido a tomar dos veces al día tiene beneficios sobre la adherencia terapéutica, que es uno de los problemas más significativos en el tratamiento de esta patología”. Tal y como reflejan los datos, la administración diaria de dapagliflozina más metformina permite bajar la hemoglobina glicosilada (HbA1c) hasta en un 1,32 por ciento y el peso en 5 kg de manera mantenida, además de contribuir a reducir el riesgo de aparición de hipoglucemias.
Por otra parte, la nueva pluma de exenatida semanal presentada es el primer inyectable que logra descensos de la HbA1c del 2 por ciento a las 52 semanas de tratamiento , además de ser más cómoda y fácil de usar que el dispositivo anterior, según explica Fernando Gómez Peralta, endocrinólogo del Hospital General de Segovia. “El formato anterior constaba de varios elementos que había que reconstituir previamente. El nuevo dispositivo ha integrado todos los elementos en una pluma precargada a la que se añade una aguja enroscable, similar a las plumas que se usan habitualmente para la administración de insulina subcutánea”, explica el especialista. De acuerdo con Gómez Peralta, las ventajas del nuevo dispositivo incluyen la mejora del cumplimiento terapéutico: “La sencillez y la comodidad serán apreciados por los pacientes. Y los profesionales sabemos que esto redunda en mayor seguridad en la administración y mayor adherencia al tratamiento ”.