Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la principal causa de muerte en todo el mundo. Y uno de los principales factores de riesgo para sufrir una ECV son los niveles de colesterol LDL elevados. A pesar de que la irrupción de las estatinas ha permitido que muchos pacientes reduzcan su colesterol, otros no consiguen que el descenso sea suficiente o son intolerantes a ellas. Por eso, la llegada de los inhibidores de PCSK9 ha sido valorada como una auténtica revolución en el tratamiento del colesterol.
Uno de estos inhibidores es alirocumab (Praluent, de Sanofi y Regeneron Pharmaceuticals), que ya cuenta con precio y financiación en España y que es de dispensación hospitalaria. Este fármaco logra reducir el colesterol LDL más de un 63 por ciento adicional al descenso logrado con las estatinas a dosis máximas toleradas. Está indicado como tratamiento complementario a la dieta en adultos con hipercolesterolemia primaria o dislipemia mixta, en combinación con dosis máximas toleradas de estatinas cuando éstas no proporcionan una respuesta adecuada, o en monoterapia cuando no pueden tolerarlas. Como destacó María Jesús Alsar, directora médica de la unidad de Diabetes y Cardiovascular de Sanofi Iberia, una de sus grandes ventajas es que se trata del único inhibidor de PCSK9 disponible en dos dosis diferentes (75 mg o 150 mg) y que, por tanto, presenta dos niveles de eficacia. “Permite mucha más flexibilidad en el tratamiento de los pacientes —señaló—. De este modo, muchos se pueden ahorrar la dosis más elevada, ya que se estima que el 75 por ciento de ellos llegan al control con la dosis más baja”.
Mortalidad cardiovascular
Por su parte, José Tuñón, cardiólogo del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, explicó que “la proteína PCSK9 se une a los receptores de LDL e incrementa su degradación, por lo que reduce la eliminación del LDL de la sangre. Los inhibidores de la PCSK9, por tanto, anulan a esta proteína. De este modo, los receptores de LDL pueden realizar su trabajo y disminuye el nivel de colesterol en la circulación sanguínea”.
Como dijo este experto, es posible que en 2017 lleguen resultados muy positivos sobre la reducción de la tasa de eventos cardiovasculares gracias a este fármaco. Ya el estudio Odyssey Long Term arrojó una reducción del riesgo relativo del 48 por ciento en la citada tasa. “Ahora tenemos que esperar a los resultados a más largo plazo del estudio Odyssey Outcomes”, señaló. Si se confirma la reducción de eventos cardiovasculares y, por tanto, la estrecha relación entre el colesterol elevado y el riesgo cardiovascular, “no extrañaría que las sociedades científicas propusieran que, en personas con elevado riesgo, los niveles de colesteral deban estar por debajo de 50 mg/dL”, apuntó.