Almudena Fernández Madrid | viernes, 04 de abril de 2014 h |

Actualizar al pediatra de AP para que haga un mejor diagnóstico y tratamiento de los problemas de salud mental que se le presentan en la consulta es el objetivo de la ponencia ‘Salud Mental Infantil’, desarrollada en el marco de la VIII Reunión anual de la Asociación Galega de Pediatría de Atención Primaria (Agapap). Ana Gago, especialista del Área de Psiquiatría Infanto-Juvenil del CHUS, explicó a GM que el facultativo deberá llevar a cabo una exploración sistemática para detectar correctamente este tipo de problemas.

El primer paso será recoger signos importantes, ver si el niño tiene alguna marca de autolesiones o de provocación del vómito en los trastornos de conducta alimentaria, y valorar también el índice de masa corporal. Después se harán preguntas sobre orientación, memoria y posibles problemas de aprendizaje o dificultades atencionales, información necesaria para un diagnóstico por déficit de atención o problemas de aprendizaje: si el niño lee bien, escribe bien, si tiene buena letra, y es capaz de hacer buena comprensión lectora. Se explorarán también aspectos de psicomotricidad, si el niño está muy inquieto, si tiene esteriotipias, es decir, repeticiones continuas de gestos o palabras que son típicas de niños con autismo o trastornos del desarrollo. También la exploración de tics, si tienen muchos, son muy duraderos, intensos y molestos. Otra parte importante es la percepción, si los padres describen algún trastorno perceptivo como ilusión o alucinación, o distorsiones perceptivas. A continuación habrá que valorar el lenguaje y el pensamiento. Después, el afecto y el humor, si hay tristeza o apatía. Finalmente el pediatra evaluará el sueño, el apetito, y aspectos de la sexualidad. Del sueño se explorará el insomnio, que es muy propio de niños ansiosos, de la sexualidad, si es normal, o si hay una precocidad asociada al consumo de tóxicos.