| lunes, 25 de febrero de 2013 h |

Un nuevo estudio, dirigido por científicos del Instituto Scripps de Investigación (TSRI) en La Jolla, California (Estados Unidos), muestra cómo pseudogenes (pequeños tramos de ADN en el genoma humano) pueden regular la actividad de un gen relacionado con la supresión del cáncer llamado PTEN y que estos pueden ser dirigidos para controlar la actividad de PTEN, según publica en su último número la revista ‘Nature Structural & Molecular Biology’. Estos resultados sugieren un papel mucho mayor para los pseudogenes de lo que se pensaba.

Entender cómo interactúan los pseudogenes y controlar las redes de genes puede dar lugar a nuevas formas de tratar las enfermedades ligadas a los problemas surgidos de las interrupciones en las redes de genes, dijo el científico de TSRI Kevin Morris, que dirigió la investigación en colaboración con investigadores del Instituto Karolinska en Estocolmo, Suecia, y la Universidad de New South Wales en Sydney, Australia. “Esto ha mejorado nuestro conocimiento de cómo los genes están regulados en el cáncer y cómo se pueden de controlar”, afirmó Morris.

El enfoque del proyecto del genoma humano descodificó hace una década las secuencias genéticas que codifican proteínas y así controlan los procesos que rigen y regulan todas las funciones biológicas. Sin embargo, estos genes son sólo una pequeña parte del genoma, ya que la gran mayoría de ADN en el genoma humano es no codificante, lo que significa que no tiene proteína.

En los primeros días de la biología molecular, los científicos llamaron a estas vastas extensiones de ADN “basura” por su presunta inactividad. De esta forma, los pseudogenes, que constituyen grandes extensiones de ADN no codificante, se consideran parte de la basura a pesar de que parecían genes porque no les codifican proteínas.

Los resultados de este nuevo estudio contradicen esta idea mostrando que estas partes del material genético juegan un papel profundo en el control de la actividad de los genes humanos. El control o la pérdida de control de los genes puede hacer la diferencia entre el tejido sano y enfermo. En el cáncer, por ejemplo, algunos genes se vuelven más activos, mientras que otros que normalmente deberían bloquear un crecimiento canceroso son suprimidos.

En el nuevo trabajo, Morris y sus colegas mostraron que los pseudogenes pueden influir en la actividad de un gen humano conocido como el homólogo de fosfatasa y tensina (PTEN), que durante mucho tiempo se ha implicado en el cáncer y está clasificado como un gen “supresor de tumor”, que significa que tiene la capacidad de detener el crecimiento de un tumor. Sin embargo, en muchas formas de cáncer, PTEN se cierra, permitiendo que el tumor crezca sin control.

Un equipo de científicos encontró que los pseudogenes que comparten secuencias en común con PTEN puede regular el gen de dos maneras: derribándolo al suprimir el “promotor” para el gen PTEN, que evita que el gen se exprese, o tomando PTEN orientándolo como regulador de micro -RNAs que afectan a la proteína PTEN después de que las transcripciones de genes se han expresado.

Algunas compañías ya están buscando pseudogenes como PTEN como blanco de nuevos fármacos, dijo Morris, y el nuevo trabajo es una prueba de principio de que la focalización de los pseudogenes puede modular el crecimiento de las células cancerosas cultivadas en el laboratorio. El mismo principio puede ser aplicable a otras enfermedades donde la actividad aberrante de un gen humano normal está en juego, o en enfermedades infecciosas, como una manera de cerrar ciertos genes cruciales pertenecientes a virus o bacterias.

Morris advirtió, sin embargo, que diseño de un fármaco que se dirige directamente a los pseudogenes sería difícil de administrar con la tecnología actual, ya que estos medicamentos tendrían que ser entregados en las células exactas donde se necesitan sin extenderse a otros tejidos sanos, donde podrían ser tóxicos.