Investigadores del Centro de Regulación Genómica (CRG) han descubierto un mecanismo de represión activo en las células de cáncer de mama hormono-dependientes que actúa sobre genes relacionados con la proliferación y la muerte celular. En un trabajo publicado en The EMBO Journal, los expertos han hallado que en las líneas celulares derivadas de cáncer de mama unos mil genes son activados por la hormona esteroidea progesterona, pero otros 650 se reprimen por esa misma hormona. “Hemos descrito, por primera vez, un mecanismo de represión activa, que implica al receptor de progesterona y un complejo represor compuesto por diversas proteínas”, añade Guillermo Vicent, autor principal del trabajo.
Remodelar la cromatina
Las células deben controlar la expresión de los genes mediante factores de transcripción que se encargan de leer e interpretar las instrucciones que contiene el ADN para fabricar las proteínas. Pero no es un proceso sencillo puesto que el ADN está empaquetado en la cromatina y para acceder a dicha información, es necesario modificarla. Los investigadores del CRG han identificado una proteína, llamada FOXA1, que señala al receptor de progesterona los genes que hay que reprimir. Y para ello FOXA1 interacciona con BRG1, uno de los componentes del complejo represor, que compacta aún más la cromatina, restringiendo el acceso a la maquinaria que transcribe los genes e imposibilitando su lectura.
“Uno de los componentes del complejo represor también participa durante la activación génica pero formando parte de otro complejo que posee la capacidad de remodelar la cromatina y hacerla más accesible. En cambio, cuando ejerce un papel de represión lo hace en un contexto diferente y promueve el cierre de otros genes”, señala Vicent, quien explica que los genes silenciados están involucrados en proliferación celular y también en muerte celular o apoptosis.