Estadística/ En 2009 falleció un 11,2% menos de personas que el año anterior
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El cáncer, segunda causa de muerte tras las enfermedades CV, continúa subiendo
Aumentan también los decesos por trastornos mentales y del sistema nervioso
Por comunidades autónomas las tasas más elevadas de fallecidos por cada cien mil habitantes en el año 2009 correspondieron al Principado de Asturias (1.206,9) Galicia (1.102,7) y Castilla y León (1.081,3).
Desde el INE recuerdan que esto se explica en parte debido a que “estas tres comunidades tienen una población más envejecida”. De hecho, las tasas brutas de mortalidad están afectadas por la estructura de edad de cada autonomía, de manera que una región muy envejecida tendrá más fallecimientos que otra con una estructura de edad más joven.
En el extremo opuesto de la lista se sitúan la Ciudad autónoma de Melilla, la Comunidad de Madrid y Canarias que presentaron las tasas de mortalidad más bajas de España con 569 por cada cien mil habitantes, 655, y 618 respectivamente.
E.S.C.
Madrid
La incansable lucha contra el sida parece estar dando sus frutos: el aumento de la eficacia de los tratamientos antirretrovirales así como las campañas de concienciación y diagnóstico precoz del VIH están consiguiendo reducir el número de muertes causadas por este motivo hasta cifras ‘récord’.
En 2009 fallecieron 1.079 personas por VIH/sida, lo que supone un 11,2 por ciento menos que el año anterior según el informe Defunciones según la causa de muerte 2009 que elabora cada año el Instituto Nacional de Estadística (INE), el mayor descenso de los últimos 11 años. Asimismo, la tasa bruta de mortalidad se situó en 838 fallecidos por cada 100.000 habitantes, lo que también supuso una reducción del 1,1 por ciento respecto a 2008.
La enfermedades isquémicas del corazón —infarto, angina de pecho, etc.— y las cerebrovasculares volvieron a ocupar el primer y segundo puesto con 35.607 y 31.143 muertes respectivamente (Ver tabla).
Otros datos destacables que sobresalen son el aumento de los fallecimientos debidos a enfermedades relacionadas con los trastornos mentales que han aumentado un 10,9 por ciento, situando el número de fallecidos en 14.455, de los cuales 13.732 fueron demencias. Asimismo, también se han elevado las muertes relacionadas con enfermedades del sistema nervioso hasta el 7,3 por ciento. En este caso, el número de fallecidos se situó en 18.771, de los cuales 11.161 están relacionados con el alzhéimer.
Y el cáncer en ascenso
Si bien, en términos globales, las enfermedades circulatorias continúan siendo la primera causa de mortalidad en nuestro país, también destaca que, respecto al año anterior, continuó la tendencia ascendente de fallecimientos por tumores (concretamente un uno por ciento más), mientras que se redujeron los casos debidos a los otros dos grupos: las enfermedades circulatorias (un 2,2 por ciento) y las respiratorias (un 2,1).
En este sentido, entre las defunciones debidas a tumores malignos, el cáncer de mama continuó siendo el más significativo en las mujeres (aumentando un 1,3 por ciento), seguido del de colon (que descendió un 1,1).
En los varones, después del de bronquios y pulmón se situaron el cáncer de colon (un 4,9 por ciento más de fallecidos) y el cáncer de próstata (un 1,1 más).
Además, los tumores de bronquios y pulmón fueron la causa de muerte con mayor sobremortalidad masculina, con una incidencia como causa de defunción 5,7 veces superior a la de las mujeres. En cambio, la enfermedad de Alzheimer, las demencias y la enfermedad hipertensiva presentaron una clara sobremortalidad femenina, ya que su tasa entre las mujeres fue, al menos, el doble que la de los varones.
Finalmente, los fallecidos en accidentes de tráfico descendieron de nuevo en 2009 y se situaron en 2.588 —esto es, un 14,6 por ciento menos—. Este dato significa que en los últimos cinco años se ha reducido a casi la mitad el número de muertes por esta causa.
El descenso de la mortalidad por accidentes de tráfico situó de nuevo al suicidio como la primera causa externa de defunción con 3.429 personas fallecidas, cifra similar a la de años anteriores.
Por sexos se produjo una acentuada sobremortalidad masculina: ocho de cada diez personas que se quitaron la vida fueron hombres.