r.C. Madrid | viernes, 25 de julio de 2014 h |

Toda una vida lleva María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), dedicada a la relación entre envejecimiento, células madre y cáncer. Su última publicación en Cell Reports sobre el papel del gen SOX2 en este entramado es sólo una pieza más de este “rompecabezas” en el que Blasco continua enfrascada. En esta entrevista, la directora del CNIO, recientemente galardonada, junto con el Instituto Curie, con el Premio ‘Prix Diálogo a la Amistad Hispano-Francesa’, habla sobre esta línea de investigación en la que trabaja casi desde que acabó la universidad y sobre los problemas económicos que tuvo el centro a principios de este año.

P. Lleva décadas investigando en la asociación entre la longitud de los telómeros y el envejecimiento. ¿Cuál es el origen de esta línea de investigación?

R. En mi grupo hemos sido pioneros en demostrar el papel de los telómeros y de la telomerasa en cáncer y en enfermedades asociadas al envejecimiento. El mayor factor de riesgo para desarrollar enfermedades, incluido el cáncer, es el deterioro de nuestras células y órganos, algo que ocurre asociado al proceso de envejecimiento. En mi grupo hemos demostrado que uno de los principales mecanismos moleculares por los que ocurre este deterioro es el acortamiento de los telómeros y, más recientemente, que es posible enlentecer este proceso de envejecimiento y así retrasar la aparición de enfermedades. Pero los intereses del grupo son muchos y también estudiamos las células madre y los mecanismos de regulación epigenéticos, así como los mecanismos de reparación del daño en el ADN, tanto en el cáncer como en el envejecimiento.

P. Además de en esta línea, ¿en qué otras líneas de investigación en oncología está trabajando?

R. Tenemos muchas líneas de investigación. Estamos intentando por ejemplo quitar la inmortalidad a las células del cáncer con el fin de matarlas específicamente, para lo cual estamos estudiando unas proteínas, las shelterinas, que son muy importantes para la protección del telómero. Mi grupo ha sido pionero en el desarrollo de modelos de ratones modificados genéticamente para todas las shelterinas. Además, hemos colaborado con el grupo que coordina la participación española en el Consorcio Internacional del Genoma del Cáncer, donde se ha identificado una shelterina como una de las proteínas mas altamente mutadas en leucemia linfocítica crónica.

P. Supongo que es difícil elegir entre tantos proyectos de investigación, pero ¿podría destacar alguno de ellos?

R. En 2013 una de nuestras publicaciones fue seleccionada por la revista Nature como el mejor trabajo del año en el campo de la medicina regenerativa, un área donde estamos centrando parte de nuestros esfuerzos, por las analogías que tiene con la formación de los tumores. Además, tenemos también una metodología de aproximación al cáncer individualizada y trabajamos con los denominados y acuñados por el CNIO ‘ratones avatar’, que son replicantes de los tumores de los pacientes y en ellos estudiamos los tratamientos personalizados a cada caso según las características genéticas del tumor del paciente. Es nuestro banco de pruebas, donde testamos los fármacos que se aplicarán a los pacientes de forma personalizada e individualizada según sus características específicas. Además, hay grupos de investigación senior y junior, siendo estos últimos muy importantes para incorporar al CNIO los últimos temas en investigación en cáncer, así como para generar una cantera de nuevos directores de investigación. También disponemos de una Unidad de Consejo Genético y un programa de desarrollo de fármacos que está dando sus primeros resultados con dos acuerdos de licencia con compañías farmacéuticas conseguidos en 2013.

P. ¿Cómo es posible que, a pesar de estos resultados, el CNIO estuviera al borde del rescate económico a principios de año? ¿Cómo afrontan este año y los siguientes a nivel de financiación?

R. Más que de un rescate, yo hablaría de un proceso de reorganización de recursos ante una situación de crisis y dificultades económicas que ha afectado en general a todos los sectores de la economía española, y no sólo a la ciencia y a la investigación. Esta reorganización nos ha permitido sentar las bases para seguir siendo sostenibles, competitivos y rentables. Hemos apostado por una economía del conocimiento y la innovación que son y serán señas de identidad del CNIO. Con los apoyos pertinentes y el esfuerzo y profesionalidad de todos, el futuro está asegurado.

P. Mujer, científica y directora. ¿Se ha encontrado con dificultades por el hecho de ser mujer? ¿Qué supone ser de las pocas mujeres con un cargo de relevancia en el mundo de la ciencia?

R. La realidad es que para mí supone orgullo y responsabilidad. Orgullo por el hecho de saber que se ha confiado en mí para desarrollar un trabajo importante, con un valor social de mucho impacto, y responsabilidad por poder abrir las puertas a otras mujeres. Que el papel de la mujer en la ciencia sea cada vez más relevante no sólo será cuestión de tiempo, sino de romper activamente las barreras que lo han venido impidiendo y que en muchos casos continúan existiendo.

P. En los últimos años, el tratamiento en oncología ha cambiado muchísimo con la llegada de terapias más personalizadas, llegando a alcanzar cifras de supervivencia de hasta el 80 por ciento en cáncer de mama HER2 positivo, por ejemplo. ¿Cómo valora esta evolución en oncología? ¿Cree que se mantendrá esta línea ascendente?

R. En las últimas dos décadas la ciencia ha hecho grandes avances para la comprensión del cáncer. Un ejemplo es el Consorcio Internacional de los Genomas del Cáncer, que planea coordinar la secuenciación y el análisis de cientos de genomas tumorales procedentes de los cánceres más frecuentes. El CNIO forma parte de esta importante iniciativa, y en concreto, en el estudio de la leucemia linfática crónica, que representa el tipo de leucemia más frecuente. También se están haciendo importantes avances en inmunoterapia, un área destacada el año pasado por la prestigiosa revista Science y que está dando muy buenos resultados en el estudio y la generación de nuevos fármacos contra el cáncer como melanoma o pulmón. Estos son sólo algunos de los ejemplos a tener en cuenta en el presente y el futuro del tratamiento del cáncer. Entendemos más y mejor la biología del cáncer y, de la mano de estrategias de prevención estudiadas y planificadas, estoy segura de que podremos controlar la enfermedad en un futuro más o menos cercano.

Hemos apostado
por una economía del conocimiento
y la innovación que son y serán señas de identidad” Que el papel de la mujer en ciencia sea cada vez más relevante no sólo es cuestión de tiempo, sino de romper barreras”