OncoGenética/ El paciente ha superado los cinco años de supervivencia

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Se le practicó un xenoinjerto que respondió al tratamiento con mitomicina
| 2010-12-17T17:12:00+01:00 h |

E. Sainz Corada

Madrid

El de páncreas es uno de los tumores con peor pronóstico, pues apenas cuenta con tratamientos eficaces y la tasa de supervivencia es muy baja. Frente a este oscuro panorama un estudio, con un tratamiento personalizado a un paciente con este tipo de tumor dirigido por Manuel Hidalgo, director del Centro Integral Oncológico Clara Campal (CIOCC), del Grupo Hospital de Madrid, abre una puerta a la esperanza.

El trabajo analiza el caso de un paciente con este tipo de tumor al que le secuenciaron todos los genes de su cáncer, detectándole alteraciones en 70 de ellos. Posteriormente, a través de uno de los genes alterados, se practicó un xenoinjerto con el objetivo de aplicar un nuevo tratamiento.

“Es un procedimiento generalizable en el sentido de que sugiere que tumores, incluso muy resistentes y con muy mal pronóstico como el de páncreas tienen puntos vulnerables. Es cuestión de buscarlo, encontrarlos y utilizarlos”, asegura el también director del Programa de Investigación Clínica del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).

Los resultados fueron positivos y, tras recibir tratamiento con mitomicina (“un fármaco muy viejo que aplicamos porque es un agente alquilante muy bueno y el paciente tenía una mutación que sugería que estos agentes iban a ser muy eficaces”), ha superado los cinco años de supervivencia y mantiene su calidad de vida, explica Hidalgo. El problema, continúa, es que sólo van a responder los que tengan esa mutación, que es un porcentaje de pacientes muy bajo, (un 1-2 por ciento), “pero si las encuentras son muy útiles”.

Así el estudio ofreció una serie de dianas “todas nuevas y desconocidas”, de las que seleccionaron las que nos parecían más correctas, las probamos en el modelo tumoral del propio paciente, elegimos la más eficaz, se la administramos y se curó”, cuenta Hidalgo.

Aparte de los buenos resultados —“fue un éxito rotundo”— las novedades del estudio radican en que es uno de los primeros pacientes con cáncer de páncreas a los que se le ha secuenciado en genoma completo con finalidad terapéutica. El segundo elemento es un xenoinjerto personalizado, que permitió probar empíricamente las distintas terapias que esa complejidad genómica ofrecía. “Con esos dos elementos seleccionamos un tratamiento que le administramos al paciente”.

A día de hoy se le ha secuenciando el genoma a 4-5 pacientes más, a los que se les está sometiendo a un tratamiento personalizado. “Es algo que estamos empezando a hacer en centros como el CIOCC y en el CNIO. Ahora estamos en la fase de buscar las terapias, las mutaciones, dárselas… y esperar a que funcionen, pero todavía tenemos que esperar para ver los resultados”.