ENTREVISTA/ Austeridad, ahorro y más ingresos son los ingredientes de su receta para la sostenibilidad del sistema sanitario
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Cecilia Ossorio
Barcelona
En una etapa en la que el debate por la sostenibilidad del sistema sanitario parece haber entrado en un bucle, la consejera de Salud de la Generalitat de Cataluña, Marina Geli, no titubea a la hora de defender medidas “impopulares”.
Pregunta. ¿Qué objetivos se han conseguido del Plan de Salud 2007-2010 y cuáles quedan pendientes?
Respuesta. El Plan de Salud ha dado lugar a la Ley de Salud Pública, que me parece la más importante desde 1990. Antes del verano vamos a crear la Agencia de Salud Pública de Cataluña y el Plan Interdepartamental de Salud del país, donde los temas de epidemiología, promoción, prevención o salud laboral van a ser prioritarios. Por otro lado, hicimos el mapa sanitario que sustituía al de 1981, y todos nuestros programas de planes directores que pronto vamos a evaluar.
También hemos tenido que sacar adelante el sistema sanitario que no había previsto crecimiento poblacional, con un millón más de habitantes en muy pocos años y falta de médicos y enfermeras.
Nos queda pendiente el continuo asistencial para el nuevo modelo de pago por cápita en Cataluña. Y fundamentalmente aquí, el Plan de Innovación de Atención Primaria y Salud Comunitaria, donde nuestros mayores retos son el continuo asistencial entre primaria y hospital; y el paciente frágil y crónico. También hemos empezado pruebas piloto en diez centros del Instituto Catalán de la Salud (ICS) de autonomía de gestión, y ahora vamos a generalizarlo en cuatro años.
P. Cuando se aprobó el Plan de Innovación de AP y Salud Comunitaria los profesionales se mostraban recelosos ya que encontraban poca concreción en él…
R. Creo que esto ha cambiado, ahora es más concreto. Esto ya empieza este año, hemos cogido algunos territorios, en cuatro años se debe generalizar en toda Cataluña. Significará accesibilidad y resolución tanto de primaria y hospital, estableciendo 15 días o un mes para el preferente. Estoy convencida de que será un balón de oxígeno.
P. En Cataluña se están probando varios modelos de autogestión. ¿Cuál es la clave del éxito?
R. Estoy convencida de que la autogestión es el futuro. La clave en el sistema es la autonomía de gestión clínica; luego puede ser EBA, cooperativa, el ICS, consorcios… que son instrumentos al servicio de la autonomía. Y el modelo de sector, que empezó en 2006 con el Decreto del Sector del Gobierno Territorial de Salud, es la clave para el continuo asistencial. Esto liga con el Plan de Innovación de AP, pues la primaria es la que más se ha resentido del gran crecimiento poblacional, la que más presión asistencial ha sufrido.
P. Los profesionales de Primaria defienden que el modelo de integración en redes sanitarias debería liderarse desde el primer nivel asistencial, y no desde el hospital.
R. No comparto esta idea, porque los buenos profesionales de primaria, que son mayoría, saben perfectamente que hoy, para trabajar en la primaria, necesitan una buena relación con el hospital. Estoy en contra del ‘hospitalcentrismo’ y también del ‘primariocentrismo’. Estoy a favor del ‘comunitarismo’, y la persona como eje del sistema. El eje del sistema es el paciente, la primaria es resolutiva y debe serlo mucho más.
Después, quien debe decidir cada fórmula de gestión es el Departamento de Salud.
P. Parece que la receta electrónica reduce el número de consultas, pero también incrementa el gasto sanitario, ¿cree que es así?
R. Tenemos casi un 60 por ciento de implantación, y en algunos el 80 por ciento. Es decir, todas las farmacias de Cataluña están en la red ya, todos los centros de salud prescriben recetas electrónicas. Al principio parece que sube el gasto, pero en realidad no es así, la factura no aumenta al cabo de unos meses. Y sí baja la visita presencial, ahora vamos a presentar la actividad del primer trimestre de este año, pero lo hacen en torno al 5-10 por ciento aproximadamente, más de enfermería que de médicos. En los centros que lo tienen implantado al 80 por ciento, las visitas disminuyen en torno al 20 por ciento. Pero debemos esperar, necesitamos 2010 para terminar de verlo. Cabe destacar también que continuamos siendo la comunidad con menos crecimiento de gasto de farmacia, pero no sólo se debe a las recetas, sino a la informática y la generalización de nuestros sistemas, que ha facilitado la prescripción a nuestros profesionales sanitarios. Hemos puesto en el ICS todas las consultas externas con el mismo vademécum de indicación.
P. En el debate por la sostenibilidad del SNS, ¿qué medidas serían realmente las más eficientes?
P. El Pacto por la Sanidad ya fue un primer paso por la sostenibilidad. Hay tres factores que deben confluir: la austeridad, hacer más y mejor con lo mismo; el ahorro, y el aumento de los ingresos, que a nadie se le escape que estamos infrafinanciados. Gastamos por debajo de lo que hay que gastar con la cartera de prestaciones que tenemos, existen dificultades para no desviarnos de los presupuestos.
P. Usted defiende el copago pero considera que el actual es “injusto” e “insuficiente”. ¿Cómo se soluciona?
P. Se debe revisar el copago por la falta de equidad, pero es que toda Europa y todo el mundo está revisándolo. Pero es que el copago no resuelve este tema solo. Hay diferentes temas de más ingresos, uno es que las mutuas laborales y de accidentes nos paguen lo que hacemos, sobre todo enfermedades profesionales. Otro, revisar o no, está en el documento del pacto, los ingresos finalistas. ¿Podemos aumentar o no el precio del tabaco y que sea finalista? Es un debate. ¿Podemos indirectamente disminuir y por tanto desgravar los seguros privados? Es un copago voluntario.
Otra cosa muy importante es generar confianza. En el pacto, debemos volver a reunirnos antes del verano. En el Consejo de Política Fiscal y Financiera también se está trabajando cómo mantener el Estado del Bienestar los próximos años, en plena crisis económica. Hablamos del periodo 2010-2013, porque hay cosas que ahora a lo mejor no se deben empezar.
P. El recorte del gasto farmacéutico recién aprobado por el Congreso ha sido valorado como una medida eficaz a corto plazo, pero insuficiente para sanear el déficit sanitario…
R. Es la primera medida, pero me gustaría que los críticos encontraran algún otro sector que sea capaz de ponerse de acuerdo en alguna cosa. Todo es mejorable, pero hicimos un acto de responsabilidad para decirle a los ciudadanos y a los profesionales que confíen en el sistema sanitario, pero que estamos en un momento difícil. Sinceramente creo que el ahorro en el SNS será menor de 1.500 millones de euros, pero estamos pendientes de la aplicación, de las concreciones, y evidentemente ha afectado a los farmacéuticos. Pero es claro que si el gasto en farmacia es el 30 por ciento la facturación, se supone que en esto podemos actuar. Yo creo que bajar el precio no es el único tema. No tiene ningún sentido porque lo que más crece en España y en Cataluña es la medicación hospitalaria y ambulatoria, hay medicamentos que cuestan 5.000 y 7.000 euros al año. Debemos ser serios. Hicimos algo que había que hacer, pero no se terminó.
En farmacia, debemos actuar en diferentes líneas. Compras agregadas, pactar precios, medicación innovadora… Yo prefiero tener en cartera todos los medicamentos, y en cambio pensar en un escalado de cómo puede haber una contribución por parte de los usuarios, salvando siempre el nivel de renta de las personas.
P. ¿Cómo se incentivará a las compañías farmacéuticas para minimizar en lo posible el impacto del real decreto?
R. Creo que de verdad se hizo una primera medida, tenemos que esperar. Creo que bajar el precio en medicamentos tan baratos no tiene sentido. Ellos creo que están de acuerdo en el tema de genéricos, si pueden hacer un descuento tan importante, es obvio que podían hacerlo. La clave está en el tema de los precios de referencia.
La industria farmacéutica en España y en Cataluña es un sector económico estratégico. Y tenemos una parte importante de los ensayos clínicos. No creo que las medidas que hemos tomado hagan perder esto, pero las que debemos tomar en el Pacto de Estado deben pensar en todos los actores, en los ciudadanos, en los profesionales, de la industria farmacéutica, de la oficina de farmacia. Y todos deben saber qué va a ocurrir en los próximos diez años.
En ello estamos, esto sólo ha sido el inicio. No podemos perder de ninguna manera la actividad económica y el I+D que genera la industria farmacéutica, o el papel que siempre defiendo de las oficinas de farmacia.
Pregunta. Se ha aprobado el reconocimiento profesional para los médicos especialistas extracomunitarios. ¿Cómo lo valora?
Respuesta. Era una necesidad de Cataluña total, llevo seis años con esto. Debo cerrar el tema de mestos, ahora que estamos trabajando sobre cómo regularizar el tema de homologación de los especialistas extracomunitarios. En 2005 y 2006, que no había profesionales, hubiéramos tenido que cerrar un 20 por ciento de nuestros servicios sanitarios si no hubiésemos contado con personal cualificado del mundo, sobre todo de Iberoamérica. Ahora bien, creo que tenemos que certificar a los que realmente pasen la acreditación de la evaluación, no hablo de bajar el nivel.
P. ¿Son los facultativos extracomunitarios la solución a la falta de médicos en España?
R. Ahora estamos en un momento distinto, porque el crecimiento poblacional se ha estancado con la crisis. No sufrimos el agobio de 2005.Tendremos unos años de más estabilidad en la actividad, que está disminuyendo también por la receta electrónica o por el teléfono, pues en los últimos años la consulta telefónica se ha incrementado en Cataluña un 125 por ciento.
P. ¿Cuál es, entonces, el objetivo actual?
R. Creo que hemos entrado en la etapa de pensar qué profesionales necesitaremos en los próximos 20 años. Antes del verano, en Cataluña tendremos un primer documento de consenso.