Estudio

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| viernes, 25 de marzo de 2011 h |

Redacción

Madrid

Cuando se activa un desfibrilador automático externo (DAE), lo primero que hace este dispositivo, antes de provocar la primera descarga, es examinar el ritmo cardiaco del paciente. Es decir, antes que nada debe identificar si las arritmias se pueden desfibrilar o no pues las descargas no son útiles más que en el primer caso.

Con el objetivo de mejorar ese aspecto Unai Irusta, ingeniero de Telecomunicaciones de la UPV, ha buscado con su tesis doctoral —titulada “Nuevos algoritmos de procesado de señal para desfibriladores automáticos externos”— la optimización de estas máquinas creando un innovador algoritmo para los DAE que distingue correctamente tanto los ritmos que se pueden desfibrilar como los que no. Además, las arritmias de los adultos y los niños que sufren este tipo de paradas no son iguales, por lo que el investigador se encargó de fusionar los datos de unos y otros.

Así, para diseñar el algoritmo, Irusta creo una amplia base de datos de arritmias: con la suma de las infantiles y las adultas, ha completado 2.782 registros, de los cuales 1.270 han sido utilizados para desarrollar el algoritmo, y 1.512 para su validación.

El investigador presentó en su tesis un nuevo algoritmo compuesto por cuatro subalgoritmos que se basan en nuevos parámetros para detectar las arritmias, calculados gracias a los nuevos registros en diversas zonas de la señal. Se trata de parámetros como el tiempo, la frecuencia, la inclinación y la función autocorrelacional.

Finalmente se ha verificado que el algoritmo supera los mínimos impuestos por la American Heart Association en cuanto a su capacidad de detectar ritmos que se pueden y que no se pueden desfibrilar, tanto en niños como en adultos.