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Los hospitales españoles podrían ahorrar unos 178,8 millones de euros anuales con un control segundo a segundo de sus consumos energéticos, lo que supone el 25 por ciento de la demanda energética de las más de 160.000 plazas hospitalarias repartidas en todas las comunidades autónomas, según las estimaciones realizadas por el grupo consultor de ingeniería y eficiencia energética Euroconsult a partir de los datos del Sistema Nacional de Salud.
La reducción de la factura de luz, agua y gas en los hospitales es una de las prioridades del Sistema Nacional de Salud en el actual contexto de crisis económica y déficit presupuestario. Actualmente, los hospitales consumen el 2 por ciento de la energía en el país. Por término medio, el consumo anual de cada cama de hospital es de 29.199 kWh, lo que supone un gasto aproximado de 4.467 euros al año, tomando como referencia un coste medio de quince céntimos de euro por cada kWh.
Aunque existen diferencias en la tipología y dimensión de los centros hospitalarios entre las diferentes comunidades, un baremo en función de las camas instaladas muestra que los hospitales más grandes, con más de un millar de camas, podrían ahorrar más de 1,1 millones de euros anuales. Por su parte, los de tamaño medio, entre 250 y 1.000 camas, reducirían su gasto en unos 700.000 euros al año, mientras los centros más pequeños ahorrarían hasta 300.000 euros. A modo de ejemplo, los principales complejos hospitalarios del país, como son el Gregorio Marañón en Madrid, el de Santiago de Compostela, el Virgen del Rocío en Sevilla o La Fe en Valencia, reducirían su gasto energético en cifras cercanas a los dos millones de euros anuales por centro.
Preservar la calidad
De acuerdo con los datos del sector, en los 792 hospitales distribuidos por la geografía española se consume energía de manera ininterrumpida todos los días y horas del año, principalmente en calefacción, climatización de estancias, refrigeración e iluminación. Euroconsult estima que con un sistema de gestión de la demanda energética dentro del hospital se podrían corregir todas las desviaciones de consumo no deseadas en el mismo momento en que se producen, sin perjudicar la seguridad y el confort de los pacientes pero sí garantizando una optimización de costes que podrían destinarse a otras partidas. Sólo los 180 millones anuales de ahorro podrían obtenerse con un sistema de inteligencia artificial de control de la demanda, lo que equivaldría a la mitad del gasto sanitario de La Rioja para el año 2012. Todos estos ahorros contribuirían a reducir el déficit de las comunidades autónomas, que en 2011 se disparó hasta el 2,9 por ciento, muy superior al límite del 1,3 por ciento fijado por la Unión Europea. Además, una mejor gestión de la demanda energética en los hospitales permitiría descartar fórmulas impopulares como el copago.
Los ahorros más cuantiosos se producirían en las comunidades con un mayor volumen de camas hospitalarias. A la cabeza se situaría Cataluña con 37,7 millones de euros de ahorro por año, seguida de Andalucía con 24,5, Madrid con 23,9, Comunidad Valenciana con 15,9, Galicia con 11,6 y Castilla y León con 10,6 millones.