GM Madrid | viernes, 28 de agosto de 2015 h |

Conformar un equipo funcional, multiprofesional e interdisciplinario puede reducir la tasa de bacteriemias por complicaciones en el catéter central de inserción periférica (CCIP) en hasta seis veces. Así concluye un estudio prospectivo publicado en la revista Supportive Care in Cancer, el primero que ha analizado de forma integral todas las complicaciones relacionadas con CCIP en un servicio que cuenta con un equipo de profesionales de estas características. En concreto, el elegido para este primer estudio ha sido el Servicio de Hematología del Hospital Príncipe de Asturias (HUPA) de Alcalá de Henares, en Madrid.

La investigación, coordinada por un equipo de profesionales del Servicio liderados por Julio García y la supervisora de enfermería María Paniagua, determina que contar con un equipo multidisciplinar permite optimizar el manejo de este instrumental en casi todos los pacientes hematológicos de alto riesgo, tanto leucemias agudas como linfomas agresivos, con una tasa de complicaciones tres veces inferior a la descrita en otros estudios. Este trabajo aporta otro valor añadido: la incorporación de las enfermeras al proceso de investigación e innovación, con una repercusión directa en la calidad y en la eficacia del cuidado proporcionado al paciente, así como en el aumento de la satisfacción de los profesionales.

El uso de los CCIP en pacientes onco-hematológicos en tratamiento con quimioterapia intensiva ha aumentado en los últimos años por su facilidad y seguridad en su inserción y retirada, la posibilidad de uso prolongado y la comodidad para el paciente. En 2010 el HUPA creó un equipo multidisciplinar integrado por dos hematólogos, un microbiólogo y tres enfermeras. El objetivo era desarrollar un programa formativo y mejorar las habilidades relacionadas con el manejo de estos catéteres por parte del personal de enfermería que interviene en el proceso de atención a los pacientes hematológicos de alto riesgo. Desde entonces, este dispositivo se ha utilizado en la práctica clínica en más de 150 casos. El programa de quimioterapia intensiva para los pacientes con hemopatías malignas del HUPA se inició en mayo de 1998.