Cardiología/ El Instituto de Investigación del 12 de Octubre ha creado una escala matemática que ayuda a los profesionales en el tratamiento

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R.C. Madrid | viernes, 30 de agosto de 2013 h |

La Unidad de Investigación Clínica del Instituto de Investigación del Hospital 12 de Octubre ha creado una escala matemática capaz de predecir el riesgo de mortalidad de los pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva crónica, “una enfermedad que aparece en casi un 20 por ciento de las personas mayores de 65 años y que es una de las causas de visita médica más frecuentes”, asegura Agustín Gómez de la Cámara, coordinador de este estudio.

Así, a partir de cinco variables (la edad, el aclaramiento de creatinina, los niveles de sodio, el tipo de insuficiencia cardiaca y el estado funcional o grado de dependencia y/o autonomía del paciente), este equipo de investigadores ha creado un modelo de estimación del riesgo de mortalidad capaz de orientar al profesional acerca del tipo de seguimiento, más o menos continuo, que precisa cada paciente. Una información muy útil teniendo en cuenta que aproximadamente el 30 por ciento de los pacientes con esta patología fallece antes de cumplirse el primer año desde el diagnóstico inicial.

Pero esta regla de predicción clínica, además de orientar al profesional y ofrecer una atención más personalizada a los pacientes, también sirve como una herramienta de ahorro de recursos ya que, como subraya Gómez de la Cámara, “ha quedado demostrado que las personas que reciben este reconocimiento elemental no necesitan pruebas complementarias más costosas o complejas”.

Pero lo verdaderamente novedoso de esta escala matemática es la inclusión de la variable “capacidad de autonomía del paciente”, un sencillo indicador al que hasta ahora nadie había prestado atención. ¿Y por qué? Por la tendencia actual al análisis y la bioquímica compleja, “sin mucho sentido en la práctica clínica cotidiana”, asegura Gómez de la Cámara, que cree que “la investigación para predecir el pronóstico de una insuficiencia cardiaca había llegado a un punto absurdo, en el que se estaban investigando más de 150 parámetros bioquímicos distintos, a cada cual más complejo y más caro”. Un tipo de análisis que, si bien es necesario en la investigación básica de un laboratorio, carece sin embargo de sentido en la práctica clínica diaria, a juicio de este investigador.

De ahí la importancia de este sencillo modelo matemático de cinco variables, cada una de ellas con un peso distinto, elaborado a partir del análisis de 600 casos de pacientes del Hospital 12 de Octubre y los hospitales Virgen del Rocío y Valme en Sevilla. Ahora, una vez publicados los resultados, Gómez de la Cámara espera que con el tiempo se vaya implantando esta escala matemática “sobre todo en atención primaria, que es donde más útil puede resultar”.

Este proyecto forma parte además de la aportación del grupo español a la iniciativa Emerging Risk Factors Collaboration (ERFC), iniciada en 2006 por una agrupación internacional de científicos con el objetivo de profundizar en el conocimiento de nuevos factores de riesgo cardiovascular y en el comportamiento de los ya conocidos. Gracias a esta iniciativa se ha conseguido, por ejemplo, especificar con una mayor precisión la relación existente entre algunos componentes metabólicos y el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular.