| viernes, 02 de septiembre de 2011 h |

J.G. / c.O.

Env. Esp. a París

En España están cambiando las prioridades en los casos de trasplante cardiaco urgente, y se ordena a los pacientes en función del grado de soporte que requieren.

Según explicó Eduardo Barge, del Hospital Universitario de La Coruña, hay estudios que han generado cierta controversia acerca de la idoneidad de implantar un dispositivo de asistencia ventricular como terapia de soporte hasta el trasplante, ya que puede derivar en un peor pronóstico. Por ello su equipo ha analizado el pronóstico de pacientes con insuficiencia cardiaca muy grave que llegan a trasplante urgente, comparando los datos a nivel nacional de 15 centros españoles que cuentan con programa de trasplante cardiaco.

Barge señala que, de un total de 704 pacientes, 107 llegaron con el citado dispositivo de soporte, y 597 con tratamiento convencional (farmacológico). Y el resultado fue, efectivamente, un peor pronóstico para el primer grupo. Como matizó el experto, son varios los posibles motivos, como por ejemplo que el dispositivo no esté indicado para ciertos pacientes, o que los pacientes que lo llevan reciben doble antiagregación y anticoagulación que no se puede retirar antes del trasplante.

Además, comprobaron que los pacientes con asistencia ventricular sufrían más hemorragias, necesitaban mayor tiempo de bypass, presentaban más fallo primario del injerto y mortalidad más elevada.