Rocío chiva Madrid | viernes, 17 de octubre de 2014 h |

Tras un tratamiento en primera línea con bevacizumab y docetaxel en pacientes con cáncer de mama diseminado HER2 negativo que responden de manera completa o parcial, continuar con un tratamiento de mantenimiento en combinación con bevacizumab y capecitabina logra una supervivencia libre de progresión (SLP) de 11,9 meses, frente a los 4,3 meses obtenidos con la administración solo de bevacizumab (HR=0,38; p<0,001), según el ensayo clínico Imelda, presentado en el último Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), celebrado en Madrid. Estos datos suponen una reducción estadísticamente significativa del 62 por ciento en el riesgo de progresión de la enfermedad en el grupo tratado con esta combinación, frente al grupo en monoterapia con bevacizumab.

Pero, además de obtener resultados positivos en SLP, objetivo primario del ensayo, Emilio Alba, jefe del Servicio de Oncología del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga y uno de los participantes en este estudio, subraya también un resultado “inesperado” en la supervivencia global (SG), que se evaluaba como un objetivo secundario del ensayo y que aumentó más de un año (15,3 meses).

Así, mientras que el brazo control del estudio, en tratamiento con bevacizumab, sobrevivió una media de 23,7 meses, los pacientes a los que se les administró este tratamiento de mantenimiento alcanzaron los 39 meses. Estos datos suponen una reducción del 57 por ciento del riesgo de muerte para aquellas pacientes que recibieron esta combinación de fármacos, tal y como se muestra en las conclusiones del estudio. En cuanto a los datos de seguridad, coinciden con los que ya se conocen para ambos fármacos.

Para la obtención de estos datos, el equipo de investigación contó con una muestra de 185 pacientes procedentes de siete centros sanitarios: el Hospital Virgen de la Victoria de Málaga en que trabaja Alba, la Corporación Sanitaria Parc Taulí de Sabadell, el Complejo Hospitalario de Jaén, el Hospital Universitario de Cruces, el Complejo Hospitalario de Toledo, el Hospital Universitario La Fe de Valencia y el Hospital Virgen de los Lirios de Alcoy, en Alicante.

Estos resultados son importantes porque, como destaca Alba, ponen a disposición del profesional sanitario “una opción de tratamiento de mantenimiento relativamente poco tóxico y asociado además a un aumento de la supervivencia y del tiempo de control de la enfermedad”.

Estudio Tania

En pacientes con cáncer de mama HER2 negativo diseminado que ya han progresado tras una primera línea de tratamiento con una quimioterapia estándar en combinación con bevacizumab, el estudio Tania, también presentado en ESMO, demuestra que continuar con la administración de bevacizumab en combinación con otra quimioterapia mejora la SLP, pasando de 6,3 meses en este grupo a 4,2 meses en el grupo de solo quimioterapia (HR=0,75; p=0,0068). Estos datos señalan una reducción significativa del 25 por ciento en el riesgo de progresión de la enfermedad en las pacientes que continúan con el antiangiogénico en segunda línea, frente a las que se mantienen solo con quimioterapia —capecitabina fue la más utilizada en esta segunda línea—. En cuanto a los datos de SG, “no están reseñados en el estudio”, subraya Alba, si bien podrían ser anunciados en el Congreso Anual de Cáncer de Mama de San Antonio, según señaló a GM Eva Ciruelos, oncóloga médica del Hospital 12 de Octubre.

Para Alba, estos resultados son de relevancia, dado que la supervivencia global en HER2 negativo se sitúa en torno a los 30 meses, frente a los 50 meses en HER2 positivo tras los resultados del ensayo Cleopatra.