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El aumento de las reclamaciones judiciales y extra judiciales contra los médicos ha experimentado un aumento en la última década. Este hecho se debe a una multitud de causas, pero se debe mayoritariamente a una toma de conciencia por parte de los pacientes de sus derechos en el proceso asistencial.
Esta nueva realidad ha provocado en los profesionales sanitarios una toma de conciencia sobre el problema con un efecto asociado especialmente perverso como es la medicina defensiva. Al tratar las patologías los médicos tratan de cubrirse de posibles “efectos secundarios” indeseados prescribiendo más pruebas de las necesarias y un seguimiento exagerado a los pacientes con el objeto de cubrir una posible demanda por responsabilidad civil profesional.
Esta consecuencia genera más problemas de los que resuelve ya que una dedicación extra hace que se multiplique el tiempo dedicado por cada paciente más allá de lo necesario, y se generan más solicitudes de pruebas diagnósticas, lo que encarece la atención dispensada. En resumen, la atención sanitaria requiere más tiempo y es más cara, lo cual afecta negativamente al derecho a la salud de todos los ciudadanos al necesitarse más recursos con los que se va a atender a menos personas.
Desde nuestro punto de vista, como especialistas en ofrecer soluciones aseguradoras a los médicos hemos afrontado este problema y hemos experimentado resultados positivos que benefician a médicos, pacientes y, en última instancia, a toda la sociedad.
¿Qué se puede hacer desde un área tan aparentemente apartada de este problema como es el mundo de los seguros? Nuestra experiencia de más de 45 años con el seguro de responsabilidad civil profesional, del que somos pioneros en España, nos ha enseñado que un médico bien asegurado en este campo es un médico que afronta su relación con sus pacientes de una manera más natural. Por así decirlo no le preocupa que “venga lo que venga” sus problemas tendrán una solución favorable, trabajará con la conciencia tranquila.
Analizando las demandas que sufren los médicos hemos descubierto las fallas sobre las que se puede actuar para paliar este problema. En un porcentaje no despreciable de casos los pacientes recurren a la justicia por fallos de comunicación o de información. Nuestra labor trasciende el hecho de ofrecer buenos seguros ya que ofrecemos a los médicos la experiencia de saber por qué los pacientes demandan a sus médicos y cómo se puede evitar.
En muchos casos hemos visto que las demandas estaban llegando por consentimientos informados defectuosos, por tratamiento incorrecto de las historias clínicas o por meros errores de comunicación. Ante una visita al médico, independientemente del motivo, los pacientes generan unas expectativas que se ven reforzadas o aumentadas en el mero aspecto comunicativo de la relación médico-paciente. Si la diferencia entre el resultado de un tratamiento o una intervención y lo que esperaba el paciente es muy grande existe una probabilidad muy alta de que termine existiendo una demanda o una reclamación judicial.
De esta manera procuramos informar a nuestros clientes sobre la necesidad de reducir esa diferencia con sus pacientes al mínimo. La estrategia de una mejor comunicación e información ha dado muy buenos resultados ya que los médicos saben que con una mayor atención al aspecto comunicativo van a generar en sus pacientes unas expectativas más realistas, lo cual evita sorpresas y desinformación en los pacientes que antes se terminaba manifestando en demandas judiciales.
Mejor comunicación, mayor información y atención a consentimientos informados e historias clínicas nos ha permitido aportar nuestro granito de arena en la lucha por una medicina más humana que satisface tanto a médicos como a pacientes.