Gaceta Médica Madrid | lunes, 20 de octubre de 2014 h |

Un grupo de destacados urólogos de diversos hospitales españoles han aprendido en el Hospital Universitario de La Ribera la innovadora técnica de Cirugía Retrógrada Intrarrenal (CRIR), una intervención mínimamente invasiva que elimina las piedras del riñón sin heridas quirúrgicas. La CRIR es una técnica mínimamente invasiva en la que para erradicar los cálculos renales se accede al riñón del paciente a través de su aparato urinario y siguiendo la propia anatomía, sin necesidad de realizar los grandes cortes de bisturí propios de la cirugía convencional, lo que minimiza las complicaciones con una operación mucho más segura que acelera la recuperación del paciente.

Este grupo de urólogos nacionales ha asistido esta mañana a cuatro operaciones realizadas en el centro sanitario de Alzira mediante esta técnica, tras una sesión formativa en la que han intercambiado opiniones sobre los beneficios de esta cirugía. La visita de estos especialistas, venidos de diferentes centros españoles como el Complexo Universitario Hospitario de A Coruña o los Hospitales de Toledo, Torrejón, Burgos, el General de Alicante o el General de Elche, responde a que la CRIR se ha convertido en una de las técnicas más recomendadas en los foros médicos internacionales para el tratamiento de la litiasis o cálculo renal.

Según Nuria Rodríguez, uróloga del Hospital de Burgos, “la CRIR es una técnica muy importante porque aporta menos invasión al paciente, con un mejor acceso al riñón para resolver piedras cada vez más grandes”. Por su parte, Luis Álvarez, urólogo del Hospital de Toledo, ha destacado especialmente de la CRIR “las mínimas complicaciones postoperatorias que tiene para el paciente y los profesionales”. Los cuatro pacientes intervenidos esta mañana en el centro sanitario de Alzira tenían alojadas varias piedras de entre 1 y 2 cm. de tamaño en diferentes zonas del riñón, lo que convertía estas cirugías en casos complejos de intervenir.

Según explica José Luis Palmero, Jefe de la Unidad de Litotricia del Hospital de Alzira y coordinador de las cuatro cirugías realizadas, “para llegar hasta el riñón del paciente a través de su aparato urinario, se utiliza un dispositivo denominado ureteroscopio flexible conectado a una cámara de alta definición que nos permite observar las características de las piedras de una forma mucho más precisa que en la cirugía tradicional. Además, al ser flexible, este ureteroscopio permite alcanzar cualquier parte del interior del riñón en el que se encuentre la piedra que deseamos eliminar. Una vez localizadas las piedras, este mecanismo las posiciona y las fragmenta con el conocido como Láser Holmium para que, posteriormente, sean eliminadas por el paciente a través de la orina de manera espontánea.

Según Palmero, “con esta cirugía el Hospital de La Ribera está alcanzando actualmente unos resultados de éxito cercanos al 94 por ciento en casos complejos de litiasis de más de dos centímetros”, siendo una cirugía con un postoperatorio corto, generalmente de una noche, y cómodo para el paciente, puesto que no existen prácticamente complicaciones postoperatorias.”