El sindicato médico se reúne a mediados de mes con el gerente del Sescam
| 2011-09-09T15:13:00+02:00 h |

e.m.c.

Madrid

Los médicos de Castilla-La Mancha aguardan su segunda reunión con la gerencia del Sescam —tras un primer encuentro a mediados de agosto— para conocer en profundidad cómo les afectarán las medidas de recorte que contempla el Plan de Garantías de Servicios Sociales Básicos anunciados a principios de mes por la presidenta de la comunidad, María Dolores de Cospedal (ver GM nº 388).

El secretario general del Sindicato Médico de Castilla-La Mancha, José Luis Grau, ha asegurado, en declaraciones a este periódico, que por ahora “no se ha concretado nada a nivel sanitario de OPES e interinos”, a pesar de que el plan general congela la oferta de empleo público para 2012 y prohíbe la contratación de interinos. “No se ha despedido a nadie”, aclara el secretario general.

Grau también se ha pronunciado sobre la intención de eliminar 500 liberados sindicales en la región. En su opinión, se trata de una medida “imposible con un pacto de interlocución vigente”. Para ello, habría que cambiarlo, y este acuerdo finaliza en diciembre, declara. “Habrá que hablar a partir de ahí, pero teniendo en cuenta que se trata de un pacto, no de una interlocución”, asegura el portavoz sindical de los médicos de la región.

El secretario general de CESM-CLM recuerda que el colectivo arrastra muchos temas pendientes: “Nos deben aún el complemento de productividad del año pasado, y la productividad de los genéricos”, añade. “Otra cosa importante es saber qué piensan hacer con la carrera profesional, que no se paralizó el año pasado”, matiza.

A la espera de la reunión con el gerente del Sescam, que según la primera impresión de los representantes del sindicato tiene un perfil “muy técnico” y “parece que sabe por donde pisa”, aunque “tiene que tomar decisiones consensuadas con su gobierno”, los médicos castellano-manchegos están dispuestos a colaborar para salir de esta situación. Eso sí, “siempre que haya sentido común y que el sacrificio sea compartido por todo el mundo”, indica Grau.

“Estamos de acuerdo en que hay que reducir los gastos superfluos, en altos directivos y en infraestructuras que por ahora no sirven porque no cuentan con recursos humanos, incluso habrá que mejorar la eficiencia, pero todos, empezando por ellos mismos”, concluye.