Gaceta Médica Barcelona | martes, 30 de septiembre de 2014 h |

Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han descubierto y caracterizado un nuevo marcador específico de las células madre cancerígenas: la riboflavina o vitamina B2, un pigmento que emite fluorescencia verde como resultado de su acumulación en vesículas intracelulares. Esta propiedad luminosa servirá para su rastreo, aislamiento y posterior purificación sin la necesidad de utilizar anticuerpos u otras técnicas más complejas y de mayor coste económico. Los resultados de la investigación, liderada por los científicos Irene Miranda, Bruno Sainz y Christopher Heeschen, se publican hoy en la revista Nature Methods.

“El descubrimiento de este nuevo marcador supone un gran avance ya que identifica las céulas madre tumorales, que son las más invasivas y quimioresistentes. La autofluorescencia de estas células permitirá rastrearlas de una forma fácil, sencilla y barata, así como estudiar el origen de la quimioresistencia de los tumores”, indica Irene Miranda, primera firmante del artículo. “Normalmente sólo vemos las hojas del árbol que representan los tumores y no podemos divisar las raíces, que son las auténticas responsables de su progresión y crecimiento”, señala Miranda. El descubrimiento se ha realizado en varios tipos de tumores, incluidas muestras de pacientes de cáncer de páncreas, hígado, colon y pulmón.

Los investigadores demuestran en el artículo que las células madre tumorales acumulan vitamina B2 debido a un aumento de la proteína ABCG2, responsable del transporte de la vitamina hacia el interior de las vesículas intracelulares, que confieren luminosidad a las células. El porqué de este fenómeno está todavía por determinar.

Pese a las incógnitas sobre su naturaleza, la autofluorescencia podría impulsar la medicina personalizada del futuro y el desarrollo de tratamientos oncológicos más eficaces. “A partir de ahora podremos aislar las células autofluorescentes procedentes de una biopsia y testar su sensibilidad en un panel de medicamentos experimentales o ya comercializados”, afirman Sainz y Heeschen. “De este modo queremos acelerar la identificación de nuevos fármacos o combinaciones de ellos que sean capaces de eliminar las células madre cancerígenas de ese paciente en particular”, apunta Sainz.