Carlos Arganda Barcelona | miércoles, 30 de abril de 2014 h |

La industria farmacéutica está en alerta con las noticias que le llegan desde la administración sanitaria de Cataluña. La última de las iniciativas que Catsalut tiene previsto poner en marcha viene a crear una ‘tarifa plana farmacéutica’ para el tratamiento de diversas patologías, independiente del precio fijado por el Ministerio de Sanidad, que tengan los medicamentos que se utilicen. En un primer paso, el proyecto se centraría en el ámbito del VIH, y la terapia con hormona del crecimiento o con medicamentos inmunosupresores, áreas en las que se pagaría un precio fijado previamente por el tratamiento mensual de cada paciente con estas patologías.

Dada la singularidad del modelo catalán de prestación farmacéutica, el Catsalut trasladará la responsabilidad de la negociación con las compañías farmacéuticas a cada uno de los proveedores sanitarios que ofrecen sus servicios en la comunidad autónoma. De este modo, evitará realizar directamente las gestiones con cada compañía, tal y como tuvo que hacer el año pasado cuando, unilateralmente decretó unos descuentos de entre el 3 y el 10 por ciento para los medicamentos de estas áreas.

Tarifa per cápita

Ahora, el Catsalut calculará la tarifa per cápita y, en función de esta se solicitarán condiciones a los laboratorios. Las rebajas, según señalan desde la industria, podrían alcanzar el 40 por ciento y establecen diferentes tarifas en función de los tipos de tratamiento y los pacientes. Desde Catsalut, no obstante, se asegura que la inversión en farmacia para cada patología se mantiene.

Las tarifas creadas hasta el momento serían dos para VIH (pacientes naïve y profilaxis), tres para inmunosupresores (en el ámbito de la reumatología, para artritis reumatoide, en dermatología, para psoriasis y en digestivo, para enfermedad de Crohn y cuatro tarifas para hormona de crecimiento en función de edad y complejidad. En este último caso, algunos expertos critican que no se calcule en función del peso, por ejemplo.

En todos estos casos, aún queda por definir cómo se justificaría la utilización de un determinado medicamento para el tratamiento de cada enfermedad así como la justificación del número de pacientes. Si no hay transparencia total y los proveedores se comprometen a mantener los tratamientos habituales, desde la industria se alerta de posibles “incentivos perversos” para reducir costes a cualquier precio.

A pesar de que todo este sistema ya está en marcha y que entrará en funcionamiento el próximo 1 de junio, la industria alerta de problemas para pacientes, médicos e industria, y considera que hay “serios problemas para el método de cálculo de las tarifas”. Es más, las compañías creen imprescindible que las tarifas sean muy flexibles y que tengan en cuenta las características de los pacientes que condicionan el coste de la enfermedad. El resultado, nueve tarifas en total para los tres ámbitos de actuación, no parece satisfacer al completo esta petición de las compañías