l Diagnosticarán con resonancia, TAC y PET esta enfermedad antes de los síntomas
l Una fundación lo pondrá en práctica este año en el CNIC y en el Monte Sinaí
irene fernández
Madrid
Demostrar que con las técnicas de imagen integradas, sobre todo, a nivel molecular, se detecta la presencia de placas ateroscleróticas y componente inflamatorio antes de que aparezca la sintomatología de esta enfermedad es un objetivo futuro y pionero, según expuso el doctor Valentín Fuster, director del Hospital Monte Sinaí de Nueva York, durante una sesión conjunta de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la American College of Cardiology Foundation (ACC), coincidiendo con la 59º Reunión Científica Anual de ACC.
Y no sólo un objetivo, también un hecho. Fuster presentó en Atlanta (EEUU) un nuevo proyecto: la creación de la Fundación SHE (Science Health Education), que consta de tres niveles (científico; asistencial, clínico y traslacional; y preventivo).
“Lo que se pretende es demostrar que con las técnicas de imagen integradas —resonancia magnética, TAC y tomografía de emisión de positrones (PET)— podemos diagnosticar la aterosclerosis subclínica”, afirmó el doctor Carlos Macaya, presidente de la SEC.
Actualmente, esta fundación está llevando a cabo ensayos clínicos y, este mismo año, comenzarán a usar estas técnicas de imagen vascular en el Hospital Monte Sinaí de Nueva York y en el CNIC de Madrid, según adelantó Fuster. “Es la primera vez que se van a utilizar estas técnicas en pacientes asintomáticos”, aseguró, con el fin de adelantarse al desarrollo de la sintomatología y conocer la enfermedad en profundidad.
Incidencia en Europa
Por otro lado, Macaya hizo hincapié en el relevante problema que supone la enfermedad cardiovascular en Europa. “Un 43 por ciento de hombres muere en Europa por esta causa, y un 54 por ciento de mujeres”, indicó.
Sin embargo, existen claras diferencias entre unas regiones y otras. En Ucrania o países del este hay 17 veces más posibilidades de mortalidad por evento coronario que en España o Italia. Y si se es mujer las probabilidades aumentan hasta 25. “Estas diferencias hay que tenerlas en cuenta y se deben, principalmente, a la diferencia de estilos de vida, pero también a las etnias y a la propia genética”, concluyó.