A. C. Madrid | viernes, 08 de abril de 2016 h |

¿Qué opciones tienen disponibles las pacientes con fases avanzadas de cáncer ginecológico?, ¿cómo se puede mejorar el pronóstico? A estas y otras cuestiones trató de responder Eva Guerra, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Ramón y Cajal durante su ponencia ‘Mejorando el pronóstico de las pacientes con estadios avanzados en cáncer ginecológico’.

En un primer momento, la facultativa dejó claro que la cirugía continúa siendo “un pilar fundamental” en el tratamiento del cáncer de ovario y la ausencia de enfermedad residual, “el factor pronóstico más importante”. Pese a que se han producido importantes avances en este terreno, el tratamiento sistémico con carboplatino-paclitaxel sigue siendo la opción terapéutica estándar desde el año 2000 y la base de los esquemas actuales.

Guerra hizo referencia al estudio fase III GOG218 que, en su día, demostró que bevacizumab —primer biológico para cáncer de ovario— es el primero “que mejora el pronóstico en primera línea asociado a paclitaxel y carboplatino y como tratamiento de mantenimiento. En estudios posteriores bevacizumab mejoró también el pronóstico en recaídas y especialmente en población de mal pronóstico como las pacientes platino resistentes.

También habló del estudio fase III Aurelia, en el cual se observó que las mujeres con cáncer de ovario recidivante y resistente al platino que recibieron bevacizumab en combinación con QT tuvieron una mediana de supervivencia sin progresión de 6,7 meses frente a 3,4 meses de las que recibieron QT sola.

Otro de los puntos en los que incidió fue en que existe una “necesidad urgente de nuevas terapias en cáncer avanzado de endometrio”. Algo que se conseguirá, gracias “a los avances ne el conocimiento molecular”.

Cáncer de mama HER2+

También hubo oportunidad de hablar de las posibilidades de tratamiento que tienen las mujeres con cáncer de mama HER2+.

Al respecto, en la intervención de Luis Manso, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario 12 de Octubre, ‘Cáncer de mama Her2+. Revolucionando el estándar de tratamiento’ se dijo que en primera línea, lo que ha demostrado resultados más óptimos es la triple combinación pertuzumab + trastuzumab + taxano.

Mientras, en segunda línea, lo más recomendable es apostar por TDM1. En este punto, hizo referencia al estudio fase III Th3resa y a los últimos datos presentados en diciembre en el Simposio de Cáncer de Mama de San Antonio. Los resultados mostraron que el T-DM1 mejoró la SG media para los pacientes con cáncer de mama metastásico HER2+, que ha progresado a pesar del tratamiento previo con otras terapias HER2 , en comparación con los que recibieron tratamiento de elección del médico.

Asimismo, habló del estudio de fase III Marianne en pacientes con cáncer de mama avanzado HER2+ no tratadas previamente. Un trabajo en el que se evaluaron tres alternativas terapéuticas —trastuzumab emtansina en combinación con pertuzumab, trastuzumab emtansina en monoterapia y trastuzumab combinado con quimioterapia con taxanos— en pacientes con cáncer de mama avanzado HER2+ no tratados anteriormente y que demostró que todos ellos permitían vivir libres de progresión de la patología durante un periodo de tiempo parecido.

En cuanto a la tercera línea de tratamiento, Manso recordó que “esta es la que no está tan clara puesto que se cuenta con varias opciones y el tiempo óptimo de uso no está aclarado todavía”.