C.O. Barcelona Existen evidencias de que la asociación de cirugía y quimioterapia en el tratamiento del cáncer de vejiga infiltrante impacta en un aumento en la supervivencia. Sin embargo, se debate si hay que administrar la quimioterapia antes o después de la cirugía radical del órgano. Según indicó Antonio Alcaraz, jefe del Servicio de Urología del Hospital Clínic de Barcelona, los argumentos actuales se posicionan más a favor de la neoadyuvancia con gemcitabina-cisplatino, el estándar quimioterápico actual. “El problema al que nos enfrentamos es que probablemente todo el beneficio de la quimioterapia
—un aumento de la supervivencia de un cinco por ciento— se acumula en una tercera parte de los pacientes, y carecemos de marcadores pronósticos de respuesta a la quimioterapia”, explica Alcaraz. De ahí que desde el Hospital Clínic están trabajando con paneles de marcadores genéticos para intentar identificar a los pacientes en los que es efectiva, y ahorrar así los efectos secundarios asociados a la quimioterapia a aquellos que no responden. El aumento de supervivencia no está tan claro cuando se lleva a cabo tratamiento adyuvante, ya que los datos son discordantes según el estudio. Como señaló el urólogo, en el Clínic emplean la neoadyuvancia de forma habitual antes de cistectomía, pero matizó que uno de los motivos por los que no está extendido su uso en España, y por los que no se puede aplicar a todos los pacientes, es que está demostrado que el retraso de la cirugía puede empeorar el pronóstico del paciente. La adyuvancia estaría indicada especialmente en pacientes que, tras la cirugía, presentan factores desfavorables, como ganglios linfáticos afectados por metástasis. viernes, 04 de noviembre de 2011 h
—un aumento de la supervivencia de un cinco por ciento— se acumula en una tercera parte de los pacientes, y carecemos de marcadores pronósticos de respuesta a la quimioterapia”, explica Alcaraz. De ahí que desde el Hospital Clínic están trabajando con paneles de marcadores genéticos para intentar identificar a los pacientes en los que es efectiva, y ahorrar así los efectos secundarios asociados a la quimioterapia a aquellos que no responden. El aumento de supervivencia no está tan claro cuando se lleva a cabo tratamiento adyuvante, ya que los datos son discordantes según el estudio. Como señaló el urólogo, en el Clínic emplean la neoadyuvancia de forma habitual antes de cistectomía, pero matizó que uno de los motivos por los que no está extendido su uso en España, y por los que no se puede aplicar a todos los pacientes, es que está demostrado que el retraso de la cirugía puede empeorar el pronóstico del paciente. La adyuvancia estaría indicada especialmente en pacientes que, tras la cirugía, presentan factores desfavorables, como ganglios linfáticos afectados por metástasis. viernes, 04 de noviembre de 2011 h