Melanoma, cáncer de pulmón y ahora cáncer de mama. Aunque con una investigación algo más atrasada, la inmunoterapia ya ha empezado a cobrar protagonismo también en el Simposio Anual de Cáncer de Mama de San Antonio, que este año ha celebrado su 38º edición. De acuerdo con los resultados de un ensayo clínico en fase 1b presentado durante el congreso, la tasa de respuesta global (TRG) al fármaco anti-PD-L1 avelumab de pacientes con cáncer de mama metastásico PD-L1 positivas, a los 10 meses de seguimiento, es del 33,3 por ciento. Un porcentaje que se eleva al 44,4 por ciento en pacientes que además pertenecen al subtipo triple negativo (TN), actualmente el cáncer de mama de peor pronóstico.
Al no ser una cohorte de pacientes específicamente seleccionada, la TRG total (168 pacientes) es de solo el 4,8 por ciento, pero lo importante es, explica Luc Y. Dirix, del Departamento de Oncología Médica del Hospital Sint-Augustinus, en Bélgica, y líder de la investigación, que “cuatro de cada nueve pacientes TN y PD-L1 positivas responden”. De hecho, ocurre algo parecido también al observar la tasa de reducción del tamaño del tumor, que pasa de un 9,5 por ciento de reducción mayor o igual al 30 por ciento en la población total a un 17,2 por ciento de reducción mayor o igual al 30 por ciento si se seleccionan solo las TN.
Quimioterapia neoadyuvante
Tras la presentación de los datos del Calgb/Alliance 40603, que señalaban que añadir carboplatino o bevacizumab a la quimioterapia neoadyuvante estándar —la administrada antes de la cirugía— incrementaba el numero de pacientes con cáncer de mama TN en estadios 2 y 3 que alcanzaban una respuesta patológica completa (RpC), ahora estos investigadores muestran que alcanzar esta respuesta implica un mejor pronóstico. En concreto, William Sikov, director asociado de investigación clínica del Programa de Oncología de la Mujer en el Hospital Women and Infants de Rhode Isand, señala que “a tres años de seguimiento, solo el 9 por ciento de pacientes que habían alcanzado una RpC habían recaído de su enfermedad y solo el 6 por ciento habían fallecido, frente al 27 y el 25 por ciento, respectivamente, que no habían desarrollado una RpC”.
Lo que no puede este estudio es asegurar si añadir carboplatino o bevacizumab a la quimioterapia neoadyuvante estándar mejora la supervivencia libre de progresión (SLP) o la supervivencia global (SG) de las pacientes, un objetivo que sí se ha marcado otro de los ensayos clínicos presentados en el Congreso. Según los datos del estudio GeparSixto, del Grupo Alemán de Cáncer de Mama, que ya había demostrado que añadir carboplatino a la quimioterapia neoadyuvante incrementaba la proporción de pacientes con una RpC del 36,9 al 53,2 por ciento, estos porcentajes sí se traducen en una mayor SLP. El seguimiento a tres años ha demostrado que la SLP a tres años es del 85,5 por ciento en aquellas pacientes a las que se les administró carboplatino, frente al 76,1 por ciento en las que no lo recibieron.
Resistencias
En aquellas pacientes HER2 negativas en las que fracasa el tratamiento neoadyuvante con antraciclinas y/o taxanos, el ensayo clínico Create-X ha demostrado que es posible aumentar su SLP si se añade capecitabina a la terapia estándar con hormonoterapia o quimioterapia, dependiendo del tipo de tumor. Según se desprende del estudio, las pacientes a las que se les administra este fármaco en combinación tienen un 31 por ciento menos de riesgo de recurrencia de la enfermedad comparado con placebo, además de un 87,3 por ciento de SLP, frente al 80,5 por ciento de SLP en el grupo en tratamiento con placebo.
Pero, más que el problema de pacientes no respondedoras desde el inicio, la verdadera dificultad estriba en aquellas pacientes que comienzan respondiendo bien y, pasado un tiempo, dejan de hacerlo. De hecho, en este campo se concentra mucha de la investigación actualmente. Un ejemplo de ello es un estudio preclínico del Instituto Médico Howard Hugues que sugiere que la enzima APOBEC3B es la responsable de la resistencia a tamoxifeno, ya que se ha observado en modelos murinos que la reducción de APOBEC3B se traduce en respuestas más largas a tamoxifeno mientras que, al contrario, su aumento implica respuestas más cortas.
También con tamoxifeno, se han presentado datos que indican que su administración en pacientes con carcinoma ductal in situ tiene la misma eficacia a cinco años que la administración del inhibidor de la aromatasa anastrozol. Este estudio, que se ha publicado de manera simultánea en The Lancet, señala sin embargo la presencia de un perfil de efectos secundarios distinto según la paciente esté tomando uno u otro fármaco para evitar recurrencias.
HER2+
Aunque ya se sabía que T-DM1 mejoraba la SLP en pacientes con cáncer de mama HER2+ que habían progresado a dos o más líneas de tratamiento, aún no se conocía si también incrementaba la SG. Ahora, los últimos resultados del estudio Th3resa demuestran que los pacientes en tratamiento con T-DM1 alcanzan los 22,7 meses de mediana, frente a los 15,8 meses de las pacientes en tratamiento con el fármaco de elección por su médico.
Añadir capecitabina
a la terapia neoadyuvante logra SLP del 85,5% a tres años en el subtipo triple negativo
El estudio Th3resa confirma
el aumento de casi 7 meses en SG en pacientes con cáncer de mama HER2 positivo