RETOS/ Los comicios de primavera pueden dilatar los temas pendientes de Sanidad
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CESM espera la convocatoria de una mesa sectorial estatal que sea vinculante
Pajín no se ha reunido todavía con el Foro de la Profesión Médica y el de AP
m.r.
Madrid
Las promesas incumplidas y los temas pendientes vuelven a encabezar, una vez más, las peticiones que los profesionales elevan al Ministerio de Sanidad con el inicio de un nuevo año que estará condicionado, además, por las elecciones autonómicas y municipales. Entre las primeras destaca especialmente la formación de la mesa sectorial estatal, anunciada para finales de 2010 por el director general de Ordenación Profesional, Francisco Valero, durante la reunión del ámbito de negociación sanitaria (ver GM, nº 354), sin que los implicados hayan vuelto a tener noticias pasados ya “los turrones”.
Mesa decisoria y vinculante
Como ha señalado en varias ocasiones el secretario general del sindicato médico CESM, Patricio Martínez, los profesionales esperan que la Administración aclare la composición, el contenido y el carácter de este órgano, deseando que sea decisorio y vinculante de cara al Consejo Interterritorial, aunque el objetivo de los médicos siga siendo conseguir una mesa de negociación propia para el próximo otoño como plazo límite (ver GM nº 359).
La reforma de la formación especializada —con un texto de troncalidad en pañales aún y con la especialidad de urgencias a la espera de convertirse en realidad—, el impulso al registro de profesionales, la normativa de colegiación obligatoria, el desarrollo de las especialidades enfermeras y la aprobación del decreto que sentará las bases de la ‘prescripción’ de fármacos con receta por parte de estos profesionales son algunos de los muchos grandes temas que tiene sobre la mesa la ministra Leire Pajín, aunque desde su llegada al ministerio el pasado octubre todavía no se ha reunido con órganos tan importantes como el Foro de la Profesión Médica y el de Atención Primaria, ni con los sindicatos presentes en el Foro Marco para el Diálogo Social, aunque sí lo ha hecho con algunos de sus miembros —como la Organización Médica Colegial (OMC)— por separado.
Pero más allá de las políticas de recursos humanos —donde también está pendiente de resolver la situación de los médicos y farmacéuticos sin título oficial (mestos y festos) y la homologación de extracomunitarios—, Pajín deberá hacer frente al desarrollo de leyes como la de cuidados paliativos y muerte digna o la de salud pública, que no estarán exentas de debate social y profesional.
A todo ello se suman las peticiones de los representantes del primer nivel asistencial, que reclaman una nueva evaluación de la Estrategia AP21, así como la implantación de medidas que reducirían la burocracia en las consultas sin coste alguno para las administraciones como la mejora de la gestión de la incapacidad temporal y la participación de los facultativos en la organización del sistema sanitario.
Elecciones inminentes
Sin embargo, como ya adelantó la propia ministra durante su toma de posesión, son “muchas tareas y poco tiempo para afrontarlas”, pues en algo más de un año se celebrarán elecciones generales en nuestro país sin que apenas le haya dado tiempo a reponerse de las autonómicas y municipales de esta primavera.
Los avances estarán condicionados, por lo tanto, por este clima electoral, pues unos y otros tratarán de sacar rédito político de los asuntos sanitarios. Algo que precisamente pretendía evitar el Pacto por la Sanidad, un documento de consenso y compromiso con el sistema impulsado hace dos años por el ex ministro Bernat Soria que encalló el pasado septiembre en el Congreso y al que Pajín ni siquiera hizo alusión en sus primeras intervenciones como titular de Sanidad.
Aunque todos lo agentes consideran fundamental retomar las negociaciones para sacarlo adelante, tal y como señala el presidente del Consejo General de Enfermería (CGE) Máximo González Jurado, el momento no parece el más propicio pues, en su opinión, falta “amplitud de miras” en nuestros representantes.