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Con el “aval” de una gestión económica “seria, rigurosa y austera” en el Colegio de Médicos de Madrid, que repetiría en la próxima legislatura de ganar las elecciones el 24 de mayo, el ginecólogo Miguel García Alarilla, actual presidente de la corporación madrileña, presentó la semana pasada una candidatura que, bajo el lema ‘Por un colegio independiente, con la mejor gestión’, combina miembros de la actual junta directiva con “experiencia en la gestión colegial” con nuevas incorporaciones que aportan ideas novedosas.
“En cuatro años hemos reducido un 26 por ciento la deuda del colegio sin tocar las cuotas. Y ese saneamiento patrimonial asigna solvencia, solidez y, sobre todo, independencia”, recalcó Alarilla, que aseguró que son “políticamente independientes” y han demostrado “austeridad y honestidad”. Por ello, el equipo que lidera apuesta por la autonomía colegial y una gestión eficiente y contrastada “como la aplicada en los últimos cuatro años” para defender los intereses de los profesionales. “Los médicos de Madrid no podemos asumir ni un recorte más. La Administración debe ser más eficiente y desde esa mayor eficiencia los médicos podremos aportar soluciones consensuadas para sacar adelante el sistema sanitario”, señaló.
Actitud dialogante y proactiva en defensa del colegio, independencia para defender a los colegiados y notoriedad ante políticos y agentes sociales sustentan el programa de Alarilla que propugna, entre otras medidas, optimizar ingresos y obtener patrocinios, alentar la profesionalidad y el buen desempeño profesional, defender los valores propios de la profesión médica, impulsar las nuevas tecnologías y la formación online, intensificar servicios de apoyo y asesoramiento profesional, fomentar la participación de los diferentes colectivos médicos, reforzar el apoyo a los médicos jubilados, apoyar a los MIR e incentivar para ellos la excelencia en docencia e investigación, y colaborar estrechamente con sociedades científicas, academias y voluntariado.
Durante la presentación de su candidatura, no faltaron las alusiones a Uniteco y al enfrentamiento que en la actualidad mantiene la correduría con el núcleo duro de la junta directiva. Alarilla justificó esa ruptura de relaciones en los últimos meses por intentar mantener la independencia del colegio. “Uniteco nos presentó unos convenios para ampliar su poder de gestión y recibió una taxativa negativa, lo que motivó la ruptura de relaciones. No hay ninguna cuestión oscura”, insistió. Además, aprovechó para denunciar, sin referencias expresas, que hay una candidatura que dispone de más medios económicos que el resto. “Nuestro presupuesto es muy limitado, pero sí hay una inversión desmedida en la propaganda de otra candidatura”, criticó el ginecólogo, que rechazó cualquier vinculación o apoyo económico a su equipo por parte de AMA, la mutua que preside Diego Murillo. Además, se mostró convencido de que se pueden ganar unas elecciones sin tener a una correduría detrás. Al respecto, su tesorero, Eduardo Gómez-Acebo, fue más claro y sí apuntó a Uniteco como el responsable de una cadena de mails de apoyo a la candidata Sonia López Arribas.
El voto jubilado
Sobre la influencia de los jubilados en la votación, Alarilla consideró que, aunque tienen un gran peso específico, lo importante es el prestigio de los miembros en una candidatura. El ginecólogo también valoró algunas de las propuestas de otros candidatos. Así, consideró un “brindis al sol” pedir una vicepresidencia permanente a la OMC, como lo ha hecho Díaz Franco, y una “propuesta demagógica” realizar una declaración de bienes antes de entrar el colegio como ha planteado Sierra.