| viernes, 08 de abril de 2011 h |

Dr. Bartolomé Beltrán, director de Prevención y Servicios Médicos del Grupo Antena3

Empecemos por lo más ácido. Ahora le toca la formación a la Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico (ERGE). “Se trata de una patología que produce un elevado absentismo laboral y que puede llegar a mermar de manera importante la calidad de vida del paciente”, afirma el doctor Enrique Peña, coordinador del Grupo de Trabajo de Patología Digestiva de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), que participa en el curso online de formación organizado por AstraZéneca para esta sociedad.

Está bien lo de estudiar y más aún lo de investigar. Me ha gustado mucho el ensayo clínico iniciado por la Clínica Universidad de Navarra. Quieren comprobar la eficacia de la aplicación de vacunas autólogas —elaboradas con células dendríticas del sistema inmune de la paciente y estimuladas con su propio tumor—, dirigidas a reducir la progresión del cáncer de mama en un subgrupo determinado de esta enfermedad, aquel en el que las células tumorales no expresan la proteína Her2.

El estudio, pionero en el mundo en aplicar en tumores de mama esta terapia combinada con el tratamiento estándar, tiene como investigadora principal a la doctora Marta Santisteban, coordinadora del Área de Cáncer de Mama del Departamento de Oncología Médica de la Clínica quien lidera un equipo de investigadores de este centro hospitalario y del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra. El ensayo, de carácter multicéntrico, cuenta con la participación de un equipo del Complejo Hospitalario de Navarra, dirigido por el doctor Esteban Salgado.

Me cuentan que la doctora Santisteban ha puesto alma, corazón y vida en el proyecto. Lo mismo ocurre con otra mujer experta en imágenes cardíacas. Porque quiero recordar que ha tenido lugar la reunión de la Sección de Imagen Cardiaca de la SEC (Sociedad Española de Cardiología). Ahora los diagnósticos mediante imagen cardiaca son cada vez menos invasivos.

“Nuestro primer objetivo es proporcionar al electrofisiólogo, a partir de una técnica no invasiva, información previa al estudio electrofisiológico acerca de la distribución de los canales responsables de la taquicardia ventricular, facilitando la ablación y por tanto, acortando el procedimiento invasivo”, comenta la doctora Esther Pérez David, miembro de la Sección de Imagen Cardiaca de la SEC, médico adjunto de la sección de cardiología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y coautora del estudio.

Coinciden otros eventos de la SEC, en este caso el de las importantes novedades en fibrilación auricular, el tipo de arritmia más frecuente, en la X Reunión de la Sección de Electrofisiología y Arritmias. Y es que preocupa mucho que los casos de fibrilación auricular se duplicarán en los próximos 50 años. Actualmente, alrededor de 650.000 personas en España (entre un uno por ciento y un dos por ciento de la población) padece fibrilación auricular.

Una de las principales novedades que se están tratando en el encuentro es el tratamiento de la fibrilación auricular mediante una técnica muy innovadora, la crioablación. Esta técnica consiste en la aplicación de frío en la aurícula izquierda del corazón a través de unos balones que se colocan mediante catéteres y que son capaces de destruir las zonas en las que se produce la arritmia. Según el Dr. Fernando Arribas, miembro de la SEC y del Servicio de Cardiología Hospital Universitario 12 de Octubre, “el tratamiento habitual mediante ablación por catéter consiste en la administración de energía de radiofrecuencia a través de un catéter para quemar, punto a punto, pequeñas zonas del corazón responsables de la arritmia, lo que requiere mucha técnica y experiencia por parte de quien ejecuta la operación, mientras que nuevas técnicas, como la crioablación o la ablación PVAC, realizada con radiofrecuencia y capaz de quemar por varios puntos a la vez, se están implantando con fuerza y de forma más extensiva, ya que no requieren un entrenamiento tan prolongado”.

La fibrilación auricular incrementa el riesgo de embolias, produce alteración del pulso con palpitaciones e incluso puede llegar a producir fallo cardíaco e insuficiencia cardíaca. Es por esto que la primera opción de tratamiento debe ocuparse primero de controlar el riego embólico y la irregularidad del pulso.

Me temo que todas estas consecuencias de la fibrilación auricular nos van a llevar al ictus y posiblemente los nuevos fármacos como el dabigatrán tendrán su espacio en la prescripción. Seguro.