Estudios muestran una asociación más estrecha con los síntomas de los pacientes
| 2011-03-04T15:28:00+01:00 h |

Redacción

Madrid

Según la predicción hecha por la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic), la contaminación y los cambios bruscos de temperatura este invierno desencadenarán una primavera “más larga y agresiva”.

Aunque las previsiones de sintomatología que se basan en el recuento de los granos de polen por metro cúbico de aire siguen mostrando una buena utilidad para el seguimiento de los pacientes alérgicos, en un futuro próximo este sistema de medida sufrirá cambios.

Nuevas investigaciones indican que la información polínica basada en la concentración atmosférica de alérgenos mejorará la calidad de la información para los afectados. Así, varios estudios realizados en España ponen de manifiesto que medir los alérgenos de los pólenes de gramíneas y olivo muestran una asociación más estrecha con los síntomas de los pacientes que limitarse a recontar granos de polen.

Estos trabajos indican que, aunque la asociación de granos y síntomas es buena, con un 62 por ciento para gramíneas y un 70 por ciento para olivo, cuando se emplea la medición de los alérgenos estos porcentajes se incrementan al 76 por ciento para gramíneas y un 80 por ciento para olivo.

“La diferencia entre estos dos métodos es más acusada en condiciones de lluvia o humedad, fenómenos que producen un efecto de limpieza de los granos de polen, descendiendo a niveles muy bajos. Por el contrario, los alérgenos aún permanecen en la atmósfera, justificando la percepción y manifestaciones de muchos pacientes, que se quejan de que, a pesar del tiempo húmedo y los bajos niveles de grano de polen, la evolución de sus síntomas no siempre mejora”, explica Francisco Feo, coordinador del Comité de Aerobiología de la Seaic.

Por el momento, estas nuevas formas de medición sólo pueden desarrollarse a nivel de investigación porque no se dispone de la tecnología necesaria para su divulgación periódica diaria, tal y como se hace actualmente. En el futuro, es probable que sistemas automatizados permitan facilitar la información de alérgenos con una metodología similar a la que se lleva a cabo con otros elementos atmosféricos.