VIH/sida/ Los resultados se presentan en el III Congreso Nacional de GeSIDA
Aumenta el contagio del VIH en mujeres inmigrantes
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Redacción Madrid Heterosexual, madre, cercana a los 40 y diagnosticada de forma tardía. Ése es el nuevo perfil de la mujer con sida en nuestro país según un estudio realizado por el Grupo de Estudio de Sida (GeSIDA), de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), y cuyos resultados serán presentados en el congreso de la sociedad que tiene lugar en Sevilla. El trabajo desarrollado en 23 hospitales españoles de diez CC.AA. entre 748 pacientes (todas diagnosticadas de infección por el virus en el periodo 2006-2010), revela además un número creciente de otras razas y países en la población afectada. Aumento en inmigrantes Y es que más de la mitad de los nuevos diagnósticos de VIH en mujeres pertenecen a la población inmigrante: las que proceden de África subsahariana (46 por ciento) y Sudamérica (36 por ciento) son las más numerosas. Destaca además, el aumento en los últimos años del porcentaje de mujeres en jóvenes de menos de 20 años. Aunque en España el incremento de nuevos casos de infección se produce sobre todo en hombres que practican sexo con otros hombres, GeSIDA subraya la especial vulnerabilidad de la mujer, sobre todo en los segmentos de población menos favorecidos, como se demuestra en el crecimiento alarmante del número de infectadas en el colectivo inmigrante. Por ello aboga por políticas específicas de género para la prevención y lucha del VIH en mujeres. Precisamente, en esta dirección, los expertos de GeSIDA, junto con la Secretaría del Plan Nacional sobre el Sida, acaban de elaborar un documento de consenso sobre la Asistencia en el ámbito sanitario a las mujeres con infección por el VIH, que sienta las bases para una atención diferenciada y que concluye con la necesidad de incorporar a las mujeres en los ensayos clínicos, ahora mismo realizados mayoritariamente sobre hombres, lo cual hace que la práctica clínica, en el momento del diagnóstico, en los métodos de exploración, en la valoración de la normalidad en los análisis clínicos, y en la aplicación de terapias esté más ajustada a los hombres. También considera necesario “promover la formación dirigida a profesionales del ámbito asistencial con el objetivo de evitar los sesgos de género”, y señala la importancia de “identificar las necesidades que tienen hombres y mujeres incorporando la morbilidad diferencial, es decir, teniendo en cuenta las diferencias que se puedan encontrar en el diagnóstico, desarrollo de la enfermedad así como tratamiento”. Asimismo, apunta que es preciso desarrollar las habilidades de comunicación de los profesionales para mejorar la relación con los pacientes. La buena noticia es que, en los últimos años, hay un descenso estadísticamente significativo en el número de madres de recién nacidos, gracias a las pruebas del VIH en embarazas. viernes, 04 de noviembre de 2011 h