IL28B obtiene mejores resultados como factor predictor que la carga viral
En seis meses podrían estar ya disponibles kits para su determinación rutinaria
Redacción
Madrid
El Instituto de Investigación del Hospital Vall d’Hebron ha participado en un estudio que identifica la primera variante genética —IL28B— del virus de la hepatitis C (VHC) con la capacidad de predecir si un paciente tendrá buena o mala respuesta al tratamiento.
“El IL28B nos permite diferenciar muy bien entre los pacientes que irán bien con el tratamiento y los que lo necesitarán combinado o más medicación. Es la primera vez que tenemos un marcador genético para diferenciar los pacientes con VHC”, destaca Rafael Esteban Mur, jefe del Servicio de Hepatología del centro y el único firmante español del trabajo, publicado en Gastroentergology. “Se están investigando diferentes marcadores genéticos, pero de momento, IL28B es el único validado. En la práctica clínica, ya se están haciendo pruebas de este genotipo y de aquí a seis meses es posible que dispongamos de kits para hacerlas de forma rutinaria”, avanza.
En los últimos años varios ensayos han estudiado la respuesta terapéutica en los pacientes del genotipo 1 y cómo mejorarla. Tal es caso del Ideal (que comparó los dos interferones que se utilizan en la actualidad para tratarla) con más de 3.000 pacientes. Una vez terminado, se analizó el polimorfismo IL28B. Los resultados desvelaron que los que tenían el genotipo IL28B-CC tenían una respuesta terapéutica sostenida de más del 80 por ciento con interferón pegilado-alfa y ribavirina, los del genotipo TT sólo la tenían del 20 por ciento, y los del CT del 40 por ciento. “Cuando analizamos los factores predictivos de la respuesta al tratamiento, vemos que el IL28B es el más importante de todos y pasa por encima de otros como la edad, el nivel de carga viral, el grado de lesión hepática, esteatosis o no, e, incluso, la concentración del virus basal”, destaca Esteban.
Por otra parte, Emilio Marmaneu, presidente de la Alianza General de Pacientes (AGP), considera “fundamental que las personas puedan saber la enfermedad que padecen, que sea detectada a tiempo y se acuda al médico para hacer revisiones periódicas. Cuanto antes se diagnostique antes se empezará a tratar y antes se verán resultados”. El 6 por ciento de los afectados no lo sabe.