Entrevista/ Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2011

“El cerebro es una gran frontera para los exploradores del futuro”

Arturo Álvarez-Buylla

Profesor de Anatomía y Neurocirugía en la Universidad de California-San Francisco (EEUU)

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Laura G. Orenes Oviedo Sus principales campos de trabajo son la neurogénesis del cerebro de los mamíferos adultos, el ensamblaje del cerebro, los tumores cerebrales y la ontogenia y la filogenia del comportamiento. Descubrió que una subpoblación de células gliales funciona como progenitores primarios de nuevas neuronas que se incorporan al bulbo olfativo. Utilizando métodos inmunocitoquímicos, microscopía óptica y electrónica, describió en ese sistema la zona sub-ventricular, que es el origen de la neurogénesis de células olfativas en el adulto y la migración en cadena de estas células para alcanzar el bulbo olfativo, siguiendo una vía específica denominada “rostral migratory stream”. Sus investigaciones han abierto esperanzadoras vías a una nueva generación de tratamientos para combatir enfermedades neurodegenerativas o asociadas al cerebro, como el alzhéimer, el párkinson o el autismo. Todo ello le ha hecho merecedor del Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2011. Pregunta. Muchos dicen que sus investigaciones en el campo de la neurogénesis suponen un avance para la cura de enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer… Respuesta. No soy médico. Soy un investigador básico y me dedico a estudiar los mecanismos dentro de la formación de nuevas neuronas en el cerebro adulto. Lo que sí que es cierto es que hemos descubierto alguno de esos mecanismos, pero aún hay cosas que no se entienden y que se desconocen. Una cosa que tenemos clara es que las células se están reemplazando de forma continuada en el cerebro de muchos animales y ahora estamos estudiando este fenómeno en humanos. Recientemente hemos publicado en Nature un estudio sobre la producción de células nerviosas en infantes menores de un año y la tremenda bajada que se produce en la creación de nuevas células en esos primeros meses de vida. P. Y este reemplazo de células, ¿qué significa? R. Realmente, estas investigaciones no están dirigidas, precisamente, a reparar el sistema nervioso, están, más bien, orientadas a mantener una cierta flexibilidad en cuanto a los circuitos neuronales, lo que se conoce como la plasticidad del sistema nervioso. Lo que supone, por tanto, un estímulo muy importante para el trabajo que hacemos. Nos abre la puerta a poder trabajar con terapia celular, en un futuro, para ofrecer nuevas alternativas al tratamiento de esas enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer. P. ¿Es un hito que podamos reemplazar células del sistema nervioso? R. El hecho de que se puedan reemplazar células del sistema nervioso abre muchísimas vías para investigación en futuros tratamientos, en nuevas vías para tratar de modificar los circuitos neuronales y, algún día, probablemente, de una forma terapéutica. Estamos dando los primeros pasos en esto. P. ¿Nueva etapa para la terapia celular? R. Sí. Se trata de una revolución que supone, en cierta forma, imitar lo que hace el embrión y el feto en el desarrollo. Es decir, tomar unas cuentas células y esas células organizarlas en tejidos y órganos y después estos componen los elementos de nuestro cuerpo. La terapia celular es un reto. No solo a nivel de cómo vamos a transformar la medicina de forma que podamos introducir células y estas tengan un efecto positivo sobre la salud del paciente sin que acarree ningún efecto negativo sobre el organismo sino que, además, hay muchos problemas legales que resolver. Cómo se van a probar las células, cómo se van a llevar a cabo esos estudios…. Va a ser un proceso largo. Pero estoy convencido de que sí que nos va a dar nuevas y buenas pautas. En cierta medida, la organización en el desarrollo de un organismo es apasionante, si el organismo lo puede hacer… ¿por qué no podemos utilizar esa parte del proceso? P. ¿Dónde se establece la frontera entre lo ético y la investigación? R. Esto es algo que hay que tomar muy en serio. Todavía estamos muy lejos de modificar el desarrollo embrionario como para que nos metamos en problemas éticos. Mi trabajo se ha centrado en células madre del adulto, para las cuales hay menos problemas de este tipo. Pero, desde luego, hay que respetar las ideas que muchas personas tienen sobre las células madre embrionarias, a pesar de que, muchas de estas células se desarrollan de embriones de edades muy tempranas en las que no hay ni si quiera indicios de la formación de un sistema nervioso que es lo que nos da la identidad como personas. Las universidades tienen muy claro que hay que llevar mucho cuidado de no entrar en terrenos que puedan afectar en este sentido. P. ¿Está enfermo el panorama científico español? R. No. Para nada. España ha dado un salto enorme en muchos aspectos. Ojalá los problemas económicos que aquejan a Europa no resulten en tratar de minimizar ese avance que ha tenido el país en el ámbito científico. Muchos me preguntaban que por qué EEUU es un lugar que tradicionalmente ha acogido a muchos científicos de todo el mundo y la razón es que tiene el ambiente, tiene los recursos… y a pesar de que también ha habido problemas económicos allí, ha habido una tendencia a apoyar este mundo científico. España es un país muy atractivo para venir a hacer ciencia. La cantera de jóvenes científicos es excelente, mi primer estudiante fue un español, de Valencia, Carlos Lois, extraordinariamente bien preparado. La gente que se forma en España tiene una gran creatividad y un gran interés por ser exploradores. P. Tiene que convencer a los Gobiernos y a los poderes económicos de que es importante invertir en investigación. ¿Qué les dice? R. No soy político y sé que tienen muchos problemas. Pero quisiera hacer ver que, realmente, la cultura no es un lujo sino que es algo que los pueblos necesitan para crecer. Y el intelecto que se crea alrededor del ámbito cultural e intelectual, es muy importante para un país. Es el efecto directo de lo que estos intelectuales pueden producir en cuanto a tecnología productiva, que es, muchas veces, lo que ven los políticos, como el producto final. Es decir, una nueva compañía o una nueva inversión. Pero también es necesario destacar que el ambiente intelectual que se crea alrededor de todos estos investigadores, en las escuelas, en las universidades… y de ahí sale la cantera que después, de una manera u otra, se va a derivar a diferentes aspectos de la producción del país, unos serán grandes investigadores, otros artistas, otros exploradores, todo este ámbito se necesita para prosperar. No solo el aspecto económico para producir riqueza. P. A pesar de que su trabajo es investigación básica, recibe llamadas de pacientes que buscan una última alternativa para curar su enfermedad. ¿Cómo se le queda a uno el cuerpo? R. Lo que me entristece realmente es la magnitud del problema, la gran cantidad de personas que tienen enfermedades neurodegenerativas. Lo más feo es cuando recibes un correo de un niño. Los recibo yo y todo el equipo de la universidad. Pero no nos vamos a detener, el sistema nervioso es un reto gigantesco que va a llevar muchas generaciones desentrañar, pero seguiremos trabajando. P. ¿Algo que decirle a Cajal después de desmontar toda su teoría? R. Me encantaría poder despertar a Cajal y que viera todo lo que vemos ahora, que contemplara los microscopios modernos, que observara alguna de las cosas que tenemos ahora que él infirió indirectamente, que en realidad eran correctas. Pero me gustaría conocer su reacción en cuanto a algunas materias, en aquellas en las que no infirió correctamente. Me apasionaría saber cual hubiese sido su reacción en cuanto a las teorías que no fueron como él pensaba. | viernes, 25 de noviembre de 2011 h |

“Hemos publicado un estudio sobre la bajada de la producción de células nerviosas en niños”

“Estamos aún muy lejos de modificar el desarrollo embrionario como para tener problemas éticos”