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“Los distintos análogos de la hormona liberadora de gonadotropinas (LHRH) tienen una eficacia y seguridad comparables entre sí para las indicaciones propuestas”.
Con esta frase, el miércoles 20 de marzo, en una reunión en Málaga con las distintas sociedades científicas implicadas, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) daba luz verde al informe definitivo que agrupa a una serie de fármacos indicados para el cáncer de próstata bajo el nombre de alternativas terapéuticas equivalentes (ATE).
En este informe, subraya Antonio Gómez, secretario general de la Asociación Española de Urología (AEU), si bien se recogen algunas de las alegaciones presentadas en su día tanto por la asociación como por otras entidades relacionadas (ver GM núm. 449), “el resultado final es que consideran estos fármacos equivalentes y eliminan la libre disposición del facultativo para elegir el que quiera”. Y todo ello en fármacos que, según su opinión, no son similares, ya que cada uno tiene sus indicaciones y una formulación distinta.
Ahora, tal y como explica Gómez, la Junta de Andalucía convocará un concurso similar a las ya clásicas subastas andaluzas al que concurrirán todos aquellos laboratorios comercializadores de estos fármacos para, de acuerdo a una serie de variables, elegir el medicamento “que habrá que recetar en todos los hospitales”. Una medida que Gómez califica de “economicista y perjudicial para los pacientes” y con la que asegura que la AEU no está de acuerdo, al igual que tampoco lo están la mayoría de entidades que ya en diciembre presentaron alegaciones contra este documento.
Con respecto a otras iniciativas de este tipo en Andalucía, Gómez asegura que “ni todos los fármacos son iguales ni todos son para tratar las mismas patologías”.