REPRODUCCIÓN ASISTIDA/ Foco en seleccionar espermatozoides con ADN intacto

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Varios grupos estudian el uso de estos péptidos para rescatar la fertilidad

La mitad de los fallos de implantación embrionaria es por causa inmunológica

| 2010-12-03T15:30:00+01:00 h |

Cecilia Ossorio

Barcelona

Las kisspeptinas juegan un papel crucial en la función reproductora normal. La ausencia del receptor de estas moléculas por una mutación se traduce en un cuadro de fracaso, según se ha observado en humanos. Por este motivo, en la actualidad son varios los grupos de investigación que están analizando la efectividad de los análogos de las kisspeptinas en la medicina reproductora.

Fue una de las novedades en laboratorio destacadas durante el 4º Simposio Internacional sobre Reproducción Asistida organizado por la Clínica Tambre en Madrid.

Como señaló Manuel Tena-Sempere, de la Universidad de Córdoba, centros como el Imperial College de Londres, la Universidad de Edimburgo, o el Hospital General de Massachusetts persiguen caracterizar si las kisspeptinas son útiles en la regulación del eje reproductor en humanos, “como primer paso para caracterizar en qué condiciones valdrían para rescatar la fertilidad”.

Además de la activación del sistema, el experto concretó que los antagonistas de kisspeptinas también abrirían la posibilidad de bloquear estas moléculas en casos que así lo requieran, como en pacientes con tumores hormonodependientes en los que es necesario disminuir la secreción de esteroides gonadales —implicados en el crecimiento tumoral—.

En concreto, Tena-Sempere citó un trabajo londinense en humanos —que corrobora lo que el grupo de la Universidad de Córdoba demostró en animales— que ha demostrado que la administración de kisspeptinas activa el eje gonadotrópico tanto en hombres como en mujeres. “En un estudio reciente demostraron por primera vez que la administración de kisspeptina podría rescatar la función reproductora en pacientes con amenorrea hipotalámica de carácter funcional”, declaró.

Causa inmunológica

Por otro lado, los factores inmunológicos están detrás de la mitad de los casos de fallos de implantación —más de tres transferencias embrionarias sin embarazo sin causa explicable—. Una cifra que se eleva hasta el 70 por ciento en el caso de los abortos naturales, según explicó Silvia Sánchez-Ramón, del Servicio de Inmunología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid.

Lo que sucede en el sistema inmunológico de estas mujeres es que reciben el embrión como un cuerpo extraño porque la mitad de sus genes es de origen paterno. En el caso de las técnicas de reproducción asistida el embrión es extraño al cien por cien.

Para evitar este rechazo, inmunólogos del citado hospital, en colaboración con la Clínica Tambre, han desarrollado una terapia basada en la determinación de células natural killer (NK) en las mujeres que presentan este problema, a las que se trata con inmunoglobulinas desde el momento de la transferencia del embrión y durante todo el embarazo.

‘Natural killer’

Las células NK ejercen un papel clave en la tolerancia al feto, así como en la formación de las arterias espirales uterinas para que le llegue el oxígeno y los nutrientes adecuados. “Hemos comprobado que, cuando estas células se encuentran en una proporción muy elevada, aumentan su actividad citotóxica en la placenta con el consiguiente riesgo para el embrión”.

Además, añadió que los factores inmunológicos son también responsables de patologías gestacionales como la diabetes o la hipertensión.

Por ello, una vez descartado que los fallos de implantación se deban a factores genéticos, obstétricos o endocrinos, las mujeres reciben un tratamiento profiláctico del aborto mediante infusiones intravenosas de anticuerpos policlonales, “tal y como se hace en otras enfermedades de tipo autoinmune o en las inmunodeficiencias primarias”, puntualizó Sánchez-Ramón.

El Gregorio Marañón lleva cinco años llevando a cabo esta terapia, con un total de 40 pacientes tratadas. De ellas, 20 presentaban abortos de repetición y otras 20 fallos de implantación tras la fecundación in vitro. Según detalló la inmunóloga, la terapia con inmunoglobulinas permitió en el primer caso una tasa de recién nacidos vivos del 95 por ciento, mientras que en el segundo grupo la tasa de gestación fue del 75 por ciento. De estas últimas, hasta el 82 por ciento logró un recién nacido vivo sano.

Anticuerpos en la selección

En otro sentido, Rocío Núñez, embrióloga y subdirectora de la Clínica Tambre, comentó una técnica con la que se analizan las reacciones específicas con anticuerpos como lo más novedoso en selección espermática. Con esta práctica seleccionan el espermatozoide que tiene el ADN intacto antes de realizar la microinyección, lo que permite asegurar con un 50 por ciento más de posibilidades que será óptimo para la fecundación y para el desarrollo del embrión.

Otro detalle que se subrayó fue que la cantidad de ADN dañado en la segunda eyaculación puede ser hasta cuatro veces inferior a la de la primera.