C. S. Madrid | viernes, 28 de noviembre de 2014 h |

Dosis elevadas de interleucina-2 —una proteína que activa el sistema inmunitario— podrían ser eficaces para pacientes con cáncer renal metastásico (CRM) que, previamente, han sido tratados con terapia contra el factor de crecimiento vascular endotelial (anti-VEGF), según un estudio presentado en el simposio de Inmuno-oncología organizado por la Sociedad Europea de Medicina Oncológica (ESMO) en Ginebra (Suiza).

Manon Evans, investigadora principal del Hospital británico Christie (Manchester), asegura que pese a la amplia gama de opciones terapéuticas disponibles, el CRM “continúa siendo un reto”.

Los agentes dirigidos contra el VEGF y la proteína mTOR son, en la actualidad, el estandar de tratamiento y, aunque estas terapias son bien toleradas por la mayoría de los pacientes y han demostrado tasas de respuesta positivas, no se ha logrado que permanezcan en el tiempo.

Por ello, Evans explica que dosis elevadas de interleucina-2 pueden generar respuestas completas y duraderas en un pequeño número de pacientes con CRM. Sin embargo, continúa, su uso continúa siendo limitado, debido a sus índices de toxicidad. “Hasta ahora, se ha utilizado como una opción para la población naïve”, añade.

Los resultados de la investigación realizada durante los últimos 10 años arrojan resultados positivos. Por un lado, 180 pacientes con CRM fueron tratados con altas dosis de interleucina-2; 145 eran naïve y los 35 restantes fuerontratados con anti-VEGF. Del total, 158 obtuvieron una respuesta “favorable”, de los cuales un 45 por ciento respondieron con una tasa de remisión completa del 23 por ciento. De aquellos que lograron una respuesta completa a la terapia, más del 75 por ciento no sólo siguen vivos, sino que no presentan patologías.

Evans insiste en que la administración de interleucina-2 en dosis altas puede ser segura y eficaz en pacientes cuidadosamente seleccionados, que han sido previamente tratados con agentes anti-VEGF y que han manifestado tasas de respuesta y respuestas completas similares a las obtenidas con terapia de primera línea. De modo que, según la investigadora, esta opción terapéutica debería ser tenida en cuenta tanto para la población naïve como para la población pretratada.

Vacunas para glioblastoma

Durante el simposio, también se ha hablado de las posibilidades que existen para el desarrollo de vacunas personalizadas y terapéuticas (Apvac) que mejoren los resultados en glioblastoma.

De acuerdo con el coordinador científico del proyecto Gapvac (Glioma Actively Personalized Vaccine Consortium), Harpreet Singh, está prevista la creación de dos vacunas Apvac y su posterior administración a un grupo de pacientes.

La primera se elaborará a partir de un almacén de 72 péptidos relevantes para el tratamiento de este tipo de cáncer cerebral. Los pacientes recibirán “un ‘cóctel’ de péptidos, ante los cuales se espera que su sistema inmune responda”, agrega. No obstante, este ‘cóctel’ se modificará en función de los biomarcadores expresados por cada paciente, precisó Singh.

La segunda vacuna se creará en función de la mutación del tumor. Dado que cada mutación es única y que “ese péptido no se encuentra en nuestro banco de moléculas” a éste paciente se le administra Apvac-1 y Apvac-2 de manera personalizada, concluye.