¿Cuál es el mensaje principal que se debería transmitir a los fumadores? Ante esta pregunta, el director del programa de investigación en tabaquismo de la Separ, Carlos Jiménez, incide en que dejar de fumar es la decisión más saludable que podrían tomar. Y lo explica con cifras.
“Si hablamos de fumadores de largo recorrido, alrededor del entre 50 y 60 por ciento pueden desarrollar EPOC, mientras que si no fuman nunca la padecerán”, indica.
Lo mismo ocurre si se habla de cáncer de pulmón (CP). En este caso, los datos hablan de que entre un 25 y 30 por ciento de las personas fumadoras pueden sufrir esta patología y, en cambio, si no tuviesen este hábito sería “muy difícil” que se les diagnosticase en algún momento. En definitiva, subraya Jiménez, “si en el mundo no se fumase, enfermedades tan graves como la bronquitis crónica, el enfisema, la EPOC o el CP serían una autética rareza”.
En este punto, el especialista pone el acento en el hecho de que España no llegó a tiempo para trasponer la directiva europea del tabaco.
“Urgimos al próximo equipo ministerial que realice esta trasposición cuanto antes y cuyo objetivo fundamental es conseguir el empaquetado genérico”, señala, añadiendo que de este modo, los paquetes de tabaco perderían sus características tipográficas y de color y en la superficie habría avisos sanitarios y fotografías de las lesiones que puede producir.
El empaquetado genérico se hace en Australia desde 2012 y también se ha puesto en marcha en algunos países de la comunidad europea. Los datos que manejan los expertos hablan de con estas medidas se podría reducir “mucho” la atracción y, por consiguiente, se hagan más esfuerzos por dejar de fumar.
“Se podría disminuir la prevalencia entre un 0,5 y un uno por ciento”, asevera Jiménez.
Antes de concluír, el experto advierte de que sería importante contar con medidas que faciliten el abandono del consumo de tabaco. “Se deben poner en marcha políticas encaminadas a facilitar la asistencia sanitaria a los fumadores para ayudarles a dejar de fumar, incrementar el número de unidades de tabaquismo e incluir políticas en las que se financien los tratamientos como ocurre en otras enfermedades”, concluye.