Alfonso Alonso defendió el legado de su antecesora, Ana Mato, en su primera intervención como ministro de Sanidad en el Congreso de los Diputados. Tanto Alonso como el portavoz de Sanidad del Grupo Socialista en el Parlamento, José Martínez Olmos, mostraron su disposición al diálogo aunque siempre en un tono de reproche.
“Reconozca la vocación social de este Gobierno y el esfuerzo que ha hecho para garantizar una sanidad que ustedes dejaron en quiebra”, le espetó Alonso. El nuevo ministro hacía referencia a los 16.000 millones de deuda a los que ya había aludido Mato en más de una ocasión durante estos tres últimos años. Para hacer frente al endeudamiento, Alonso recordó “la financiación de 52.000 millones de euros del plan de pago a proveedores y del FLA”.
Durante su intervención, alegó que en este periodo se han cerado 700.000 tarjetas sanitarias y la recuperación de la contabilización de la lista de espera. “Cuando usted era secretario general se dejaron de contar esos datos”, insistió.
Poco antes, Martínez Olmos había resumido las principales carencias que se habían originado bajo la dirección de Mato: la desaparición de la sanidad universal, una financiación escasa con la generación de un déficit de 20.000 millones de euros, “unas listas de espera que han alcanzado su culmen”, el copago hospitalario que sólo pagan Ceuta y Melilla y la pérdida de 30.000 puestos de trabajo en sanidad a causa de los recortes. “Espero que dialogue, escuche y que pacte para solucionar estos problemas”, manifestó el portavoz socialista.