L. B. Enviada especial a Chicago | viernes, 10 de junio de 2016 h |

Dentro del cáncer de pulmón no microcítico (CPNM) ALK-positivo es un subtipo de difícil manejo. Una de las opciones de tratamiento, alectinib (Roche) es un fármaco de administración oral que actúa inhibiendo la quinasa del linfoma anaplásico. La comparación de este tratamiento y crizotinib muestra que el primero consigue reducir el riesgo de empeoramiento o muerte en un 66 por ciento frente a crizotinib en pacientes japoneses con CPNM ALK-positivo avanzado o recurrente. Si bien la mediana de supervivencia libre de progresión aún no se ha podido determinar en el grupo tratado con alectinib, sí que se ha mostrado significativamente superior a los 10,2 meses conseguidos con la terapia estándar. Así lo ha determinado el estudio J-ALEX.

“Es un fármaco bien tolerado que tiene actividad a nivel del sistema nervioso central y actúa en las metástasis cerebrales, un problema frecuente en estos pacientes”, explica Enriqueta Felip, oncóloga del Hospital Vall d’Hebron. “Hoy tenemos más de una opción de tratamiento para estos pacientes y estamos haciendo tratamientos secuenciales para alargar la supervivencia libre de progresión”, agregó.

Según Mariano Provencio, presidente del Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP), “estos resultados son lo suficientemente contundentes para sugerir que será preciso cambiar la primera línea de tratamiento”. Así, ya está previsto el estudio de fase III ALEX que compara el uso de alectinib como primera línea frente a crizotinib en tumores ALK-positivos.