álvaro gándara,
Pte. de la Soc. Esp. de Cuidados Paliativos
| viernes, 28 de noviembre de 2014 h |

Hace poco más de un mes volvimos a celebrar el día Mundial de los Cuidados Paliativos, con la intención de reivindicar dicho derecho para todos los enfermos y familias que sufren una enfermedad avanzada, crónica e irreversible, y que sufren las consecuencias desde el punto de vista físico, emocional y espiritual. Los cuidados paliativos son la única manera de aliviar este sufrimiento, y la mejor forma de afrontar de una manera digna la muerte de estos pacientes.

En España no hemos avanzado nada en los últimos años, en parte por los recortes provocados por la crisis, y en parte porque los gestores y responsables de la sanidad siguen sin creer en los cuidados paliativos. Continúa habiendo una absoluta falta de equidad en la distribución de los recursos, llegando la cobertura a menos del 60 por ciento de la población española. Son miles los españoles que mueren con sufrimiento y sin ser atendidos por los equipos especializados. Los profesionales no pueden acreditarse porque el ministerio de Sanidad no nos ha tenido en cuenta en el nuevo Decreto de Troncalidad, lo que impide que los mejores expertos atiendan a los enfermos, y estén al albedrío de la buena voluntad de los responsables de Sanidad. Asimismo, los cuidados paliativos no forman parte todavía de los estudios del pregrado de las Universidades y Escuelas de Salud, con lo que la formación de los profesionales es muy deficiente.

Ante esta injusta situación, la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (Secpal), quiere reivindicar una vez más el derecho de todos los españoles al acceso a unos Cuidados Paliativos de calidad, gratuitos y universales como así lo exigen entidades como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Consejo de Ministros de la Unión Europea, y que España ha ratificado adhiriéndose a estos Convenios.

Los cuidados paliativos constituyen la respuesta más adecuada para disminuir el sufrimiento de quienes se encuentran al final de la vida. Esta disciplina es fundamentalmente sanitaria, pero debe coordinarse también con otras políticas de tipo laboral, educativa o social.

Los cuidados paliativos, a grandes rasgos, consisten en una combinación de medidas como el control de los síntomas, la comunicación sincera, y la atención a la familia. Son más efectivos cuando se prestan desde equipos interdisciplinares especializados (médicos, psicólogos, enfermeras y trabajadores sociales, principalmente), aunque deben aplicarse por parte de cualquier profesional sanitario cuando la persona a la que atiende se encuentra en situación terminal.

En España aproximadamente 250.000 personas cada año precisan cuidados paliativos para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida perdida a causa de una enfermedad avanzada o en fase terminal, en los meses previos a su fallecimiento por cáncer u otras enfermedades. Se calcula que el 60 por ciento de los pacientes que fallecen por cáncer, y el 30 por ciento de los que perecen por insuficiencias avanzadas de órgano o enfermedades neurodegenerativas, incluida la enfermedad de Alzheimer, precisan ser tratados por equipos de cuidados paliativos. Se calcula que menos de un 50 por ciento de los pacientes que requieren acceso a equipos de cuidados paliativos consiguen ser evaluados por uno de estos equipos. Las dificultades en el acceso son mucho mayores para los pacientes con enfermedades no oncológicas, para las personas más jóvenes y para los niños. El reto está servido.