gestión

br

redacción Barcelona | viernes, 23 de marzo de 2012 h |

Entre el 40 y el 50 por ciento del total del gasto hospitalario en España está copado por los fármacos biológicos. Son caros y su complejidad no permite producirlos en forma de genéricos, pero la optimización de su uso ahorraría un 20 por ciento de esta partida.

Al menos así lo afirmó Albert Morell, jefe de servicio de Farmacia Hospitalaria del Hospital Universitario La Princesa de Madrid, durante el II Encuentro Sedisa-Pfizer “Modelos de acceso y optimización en la gestión de terapias biológicas”.

Si bien el impacto de las terapias biológicas en áreas como la Oncología, la Reumatología, la Neurología y la Oftalmología es innegable, y “han proporcionado tratamientos a procesos para los que no había alternativas”, también conlleva un aumento de los costes. Las autonomías, como se comentó en la reunión, intentan controlar estos costes a nivel macroeconómico, con medidas como la compra centralizada, la creación de comisiones de expertos o la racionalización de la oferta.

Los profesionales de farmacia hospitalaria, por su parte, apuestan por compartir experiencias y realizar una “individualización óptima” de los tratamientos, para conseguir los mejores resultados tanto clínicos como económicos.

“Las pautas para iniciar la terapia están claras, el seguimiento también lo está, pero lo que no sabemos es cuándo se debe o se puede suspender el tratamiento, porque es una cuestión más complicada”, señalaba Morell.

En La Princesa están creando unidades en las que todos los médicos que utilizan terapias biológicas se reúnen para evaluar los procesos de los pacientes y ver cómo mejorarlos. “Queremos tener datos sobre beneficios reales, para poder ir cambiando pautas para la optimización del gasto”, apunta.